Se pone uno o dos litros (cuartos de galón) de leche a fuego medio hasta que alcanza una temperatura de 180 º F. (82,2 ºC).* Se revuelve la leche de vez en cuando para que no se pegue, y luego, se revuelve bien antes de tomar la temperatura final, asegurándose de que todo el contenido alcanzó los 180 º(82,2 ºC). El propósito de calentar la leche a esta temperatura es matar las bacterias que quizá estén presentes y pudieran interferir con el cultivo del yogurt.
* La leche de cabra es delicada y no se debe calentar por encima de 185 º F.
Se apaga el fuego y se deja enfriar entre 108 º y 112 º F (42 º y 44 º C). Se revuelve bien antes de tomar la temperatura final. Se puede cubrir el
cazo con una paño limpio mientras se enfría.
(Para el eliminar la capa que se forma por encima al enfriarse la leche, se puede colar con un colador al verter la leche en el recipiente de la yogurtera. No es necesario, pero sale el yogurt más cremoso)
En otro recipiente, se pone 1/2 medida del fermento de yogurt y se añade lentamente un poco de la leche tibia, y se mezcla bien con un batidor manual o eléctrico. Cuando esta disolución está bien mezclada, se añade lentamente al cazo, de nuevo mezclando bien.
Nota: Esta es la mayor de las dos cucharitas de medida de CP. La más chiquita es para usar con acidófilus.
Se pone el cazo cubierto en un horno con una bombilla de 60 W encendida. Se pone un termómetro en el horno y se mantiene la temperatura entre 100 º y 110 º F (37,7 º y 43,3 ºC). Si el horno se calienta demasiado, se puede usar un lapicero para dejar la puerta del horno abierta un poco. Una vez que haya hecho esto unas cuantas veces, entonces sabrá Ud. como mantener mejor la temperatura de su horno. Se fermenta el yogurt de esta forma durante 24 horas.
Después de 24 horas, se saca el cazo y se pone en la nevera durante 8 horas. No toque el yogurt hasta que se haya asentado adecuadamente, o puede cambiar su consistencia.
Suave pero minuciosamente, revuelva el yogurt con una cuchara o batidor de metal para que no haya grumos.