La diferencia más grande entre el yogur griego y el yogurt tradicional es su proceso de producción, en donde dejan reposar la leche, para cuajar y separar los líquidos sobrantes. Este procedimiento se hace más de una vez por la cual al terminar, el yogurt griego es mucho más cremoso y condensado con una mayor cantidad de proteína que el yogurt tradicional.
Dado a que el líquido sobrante es extraído, el yogurt Griego tiene menos azúcar, menos carbohidratos, el doble de proteína, y menos sodio a comparación al yogurt tradicional.
Por su menor contenido de Carbohidratos, ayuda a la digestión y es más tolerable para las personas que no toleran muy bien la lactosa.
Además de ser excelente para la salud intestinal, mantener el sistema inmunológico y prevenir la osteoporosis (que afecta a tantas mujeres y personas de la tercera edad), esta fuente de calcio es súper beneficiosa para fortalecer el cabello, hidratar la piel y el tracto intestinal.