Aptitud para el consumo en tiempo real.
Científicos mexicanos han diseñado un biosensor que permite detectar si la leche es apta para el consumo a través de un sistema de reconocimiento biológico y de transducción, y que será de gran utilidad para productores, envasadores, distribuidores de leche e incluso para los consumidores.
Un equipo de investigadores del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco en México (CIATEJ) ha desarrollado un biosensor que permite determinar en tiempo real la no aptitud de la leche para el consumo humano. El biosensor consta de un sistema de reconocimiento biológico y uno de transducción. El propósito del primero es detectar información bioquímica específica para que ésta sea convertida en una señal eléctrica por el elemento de transducción.
Según el investigador principal, el Dr. Enrique Jaime Herrera López «una de las características deseables en el biosensor es que tenga alta especificidad, es decir, la capacidad de detectar solo el compuesto de interés, aun cuando existan otros en la muestra. Además, buscamos detectar la presencia de enzimas que contribuyen a degradar las grasas de la leche.». Los científicos advierten que entienden como «no apta para el consumo» la leche transformada en cuanto a su textura, aroma, sabor y color, que afecta a la calidad del producto. Comúnmente se asocia la fecha de caducidad en un envase de leche con el hecho de que el producto ya no es apto para el consumo humano; sin embargo, la fecha no necesariamente indica si el producto se ha descompuesto. Además, explican que la leche puede ponerse en mal estado incluso días antes de la fecha marcada de caducidad, porque depende de la manipulación y condiciones de conservación del producto, y sugieren la necesidad de nuevas tecnologías que indiquen a los consumidores cuándo el producto ya no es apto para su consumo.
El biosensor será útil para los productores, envasadores y distribuidores de leche, quienes de manera oportuna podrán detectar cuando el producto a comercializar es fiable para su consumo. Así mismo, los consumidores tendrían una herramienta, el biosensor en el envase, que les ayude a saber si el producto es apto para consumo humano. En paralelo, el equipo de investigación del CIATEJ trabaja en el diseño de un biosensor para detectar en la leche bacterias patógenas que puedan ocasionar enfermedades como la tuberculosis o la brucelosis. Las aplicaciones de esta tecnología son potenciales ya que podría servir para la detección de otros alimentos contaminados por bacterias patógenas.