1.1. Leche
La historia del consumo de la leche y los productos lácteos se remonta a la aparición de la ganadería
en la historia de la humanidad.
En el Mesolítico, el hombre pasó de cazar y recolectar exclusivamente a dedicarse al cultivo agrícola
y a la cría de ganado. Con el nacimiento de la ganadería, se comenzó a ordeñar a los animales y a
partir de aquel momento, la leche de vaca, cabra y oveja, se consideró el alimento por excelencia, la
fuente de la fortaleza y de la vida.
En numerosas culturas, la leche fue sinónimo de salud, riqueza, fertilidad y pureza. Fue representada
en la mitología griega. Hipócrates habló de sus efectos medicinales. En la Biblia se describía la tierra
prometida, como un lugar «rebosante de leche y miel».
Los primeros escritos sobre la utilización de la leche como alimento proceden de Sumeria y Babilonia.
La leche se guardaba en pieles, vejigas o tripas, y al exponerse al sol se coagulaba. Así surgió el queso.
Entre los cananeos (habitantes de una región denominada antiguamente como Canaán), la fortuna de un
propietario se evaluaba según la cantidad de leche producida por sus rebaños.
En la Edad Media y hasta el siglo XVIII, el consumo de leche se concentraba en el mundo rural. Era
un alimento poco apreciado, vehículo de transmisión de la brucelosis o fiebre de Malta. En el siglo
XIX, con los progresos de la ciencia y la tecnología, los problemas de conservación e higiene se solventaron
con la pasterización, y posteriormente con la esterilización. En el siglo XX la leche se convierte
en la materia prima de una importante industria y se pone al alcance de los consumidores de forma fácil,
segura y económica.
A lo largo de los tiempos, el hombre aprendió a transformar la leche, tanto para conservarla durante más
tiempo como para variar sus formas de consumo. De este modo ha ido apareciendo la extensa variedad
de productos lácteos de los que hoy en día disponemos.
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1.2. Nata
Durante mucho tiempo, la nata solo se utilizó para elaborar mantequilla. Pero, a partir del siglo XVII,
los cocineros y jefes de cocinas reales y nobles comenzaron a interesarse por ella. Empezó entonces a
ser apreciada en la cocina, por su untuosidad y ligereza. Tradicionalmente se recogía la nata que, tras la
cocción, se separaba de la leche, pero a finales del siglo XIX (1879), la invención de la desnatadora
centrífuga permitió al fin obtener grandes cantidades. Gustaf de Laval, científico sueco, inventó una
centrifugadora capaz de separar fácilmente líquidos mezclados entre sí o partículas sólidas de
estos líquidos mediante el control de la temperatura y la velocidad centrífuga.
A lo largo del siglo XX, la nata se ha ido convirtiendo en el ingrediente básico de algunas cocinas regionales
formando parte de muchos de sus platos emblemáticos. La crema o nata simboliza lo mejor de la leche, la excelencia
y lo más selecto, como lo indican las expresiones la crème de la crème o la flor y nata.
1.3. Mantequilla
La mantequilla se empezó a elaborar años más tarde que las leches fermentadas o la nata. Se tiene
conocimiento de la elaboración de la mantequilla en los pueblos ganaderos desde el año 3.500
años a.C. Estos pueblos la obtenían al batir la nata en el interior de recipientes elaborados con pieles de
animales. Posiblemente, se descubrió accidentalmente cuando, al realizar un excesivo batido de la nata, se
obtenía otro producto con características similares y a la vez diferentes.
Este producto era muy valorado por determinadas culturas como mongoles, celtas o vikingos, que
transmitían el gusto por la mantequilla allí donde asentaban su ganadería. A partir del siglo XIV, su uso se
extendió desde Normandía y el valle del Loira hasta Suiza y los Países Bajos. Durante los siglos XVI y XVII,
las principales zonas europeas productoras de mantequilla fueron los Alpes, el norte de Francia, los Países
Bajos, Inglaterra e Islandia. Más tarde, las poblaciones europeas instaladas en América, Australia y Ãfrica
transmitieron los hábitos de consumo de materias grasas de sus países de origen, e hicieron extensible este
consumo a los pobladores de estos continentes.
Este aprecio por la mantequilla no fue compartido por griegos y romanos, que no la incluyeron en su dieta por
considerarla un producto bárbaro. Por este motivo, la mantequilla no se introdujo en Italia hasta el siglo XV.
Históricamente, la mantequilla ha sido siempre un producto caro que tan sólo podía ser adquirido por los
sectores más privilegiados de la población. Al igual que ocurrió con todos los derivados de la leche, su
elaboración fue artesanal hasta la época de la revolución industrial. Fue en 1879 gracias a las primeras
desnatadoras centrifugadoras cuando se facilitó su elaboración, tanto para conseguirla en un tiempo
más breve, como para asegurar su higiene y conservación posterior. El desarrollo del ferrocarril en la época
contribuyó en gran medida a extender su consumo.
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2. PROCESOS TECNOLÓGICOS, CALIDAD, TRAZABILIDAD Y VARIEDADES
2.1. Leche
Clasificación
Hay varias maneras de clasificar los diferentes tipos de leche que existen hoy en día en el mercado, bien
sea por los diferentes estados físicos en los que se puede encontrar o por su composición nutricional.
El estado físico de la leche depende de su contenido en agua. Según el REAL DECRETO 1472/2008,
de 5 de septiembre, por el que se modifica el Real Decreto 1054/2003, del 1 de agosto, por el
que se aprueba la Norma de calidad para determinados tipos de leche conservada parcial o totalmente
deshidratada destinada a la alimentación humana, se establecen las denominaciones, definiciones y
tipos de productos.
Leche parcialmente deshidratada: El extracto seco total (EST) del producto final no debe superar
el 25%. Una vez reconstituida con leche o agua tendrá una composición como la leche normal, 11% de
extracto seco total.
• Leche evaporada: Se obtiene a partir de la leche entera, semidesnatada o desnatada, la cual se
esteriliza y se concentra para eliminar parte de su agua de constitución.
El proceso de obtención es el siguiente:
– La leche se somete a un proceso de evaporación para reducir de forma parcial el agua de constitución.
– Posteriormente se lleva a cabo un proceso de esterilización. Proceso necesario previo a la
comercialización del producto.
• Leche condensada: Se obtiene por eliminación parcial del agua de constitución de la leche
natural entera, semidesnatada o desnatada. Posteriormente se le añade azúcar.
El proceso de obtención es el siguiente:
– Concentración por evaporación del agua a presión reducida hasta obtener un líquido viscoso
de una densidad aproximada de 1,5 g/ml.
– Adición de azúcar: se añade azúcar (sacarosa) en una proporción que va desde el 30% (si la
materia prima es leche entera) hasta el 50% (si es leche descremada).
– Tratamiento térmico que suele ser de 130-140 °C, durante 5 segundos. Se realiza para garantizar la
estabilidad del alimento a temperatura ambiente mientras el envase esté cerrado. La alta concentración
de azúcar impide el desarrollo de los gérmenes que queden en la leche después del calentamiento.
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El producto final tiene un alto valor energético. Los contenidos en proteínas y calcio son más
altos que los de la leche de partida por efecto de la concentración, lo que se compensa al reconstituirla
con agua para su consumo. Los contenidos en vitamina A dependen de la materia prima (entera,
semidesnatada o desnatada). Si se parte de leche entera, el contenido en esta vitamina en el producto
es mayor que el de la leche de partida.
Leche totalmente deshidratada: El contenido en agua es igual o inferior a un 5% en peso del producto
final, es decir, 95% de EST. Para reconstituir este tipo de leche, se añaden 9 partes de agua a una
parte de leche en polvo, así se obtiene, la leche de composición normal.
• Leche en polvo: se obtiene mediante la deshidratación de la leche natural entera, total o parcialmente
desnatada.
El proceso de obtención es el siguiente:
– La leche en estado líquido se somete a un tratamiento térmico, habitualmente una pasterización
a alta temperatura, seguida de un proceso de concentración en varias etapas, hasta alcanzar una
concentración aproximada de un 45% de sólidos. La característica de este proceso de concentración
es que se realiza mediante una combinación de calentamiento y vacío parcial.
– Finalmente se lleva a cabo un proceso de secado en cilindros calefactores o por pulverización o
atomización de la leche. En el primer caso, aunque es interesante por la posible reducción del gasto
energético, la calidad del producto final es inferior a la obtenida por atomización. El secado por
atomización se realiza en una corriente de aire caliente (spray), donde la mayor parte del agua que
contiene la leche se evapora, obteniéndose un polvo de color blanco amarillento que conserva bien
las propiedades nutricionales de la leche. Ésta es la tecnología utilizada casi exclusivamente en el
sector lácteo, que permite obtener productos en polvo con buena solubilidad.
El producto en polvo obtenido tiene un alto valor energético y una cantidad muy elevada de
proteínas por efecto de la concentración. También tiene una proporción muy alta de calcio y una
elevada cantidad de vitamina A, si se parte de leche entera.
Atendiendo a otras clasificaciones de variedades de leche según el tratamiento al que se somete,
también se incluye la leche concentrada.
• Leche concentrada: Se obtiene a partir de la leche natural entera o desnatada, que se ha sometido al
proceso de calentamiento. Se basa en la eliminación parcial del agua que contiene la leche. Existen distintos
tipos de leches concentradas según el tratamiento térmico utilizado y la posible adición de azúcar.
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La composición de nutrientes de estas leches depende del grado de concentración y del tratamiento
térmico utilizado. Si el proceso final es la esterilización clásica, se produce una pérdida de vitaminas hidrosolubles
(B1, B12 y C), así como la pérdida de disponibilidad de algunos aminoácidos. Si se emplea
la esterilización UHT, la pérdida de nutrientes es mucho menor, ya que la leche está mucho menos tiempo
sometida a altas temperaturas. También se produce una mínima pérdida nutritiva como consecuencia del
proceso de evaporación propiamente dicho.
Tratamientos de conservación de la leche
el calor intenso es uno de los tratamientos térmicos más utilizados para conservar la leche. Existen
diferentes tipos de tratamientos, cada uno de ellos tiene un efecto concreto, que varía en función del
binomio temperatura-tiempo, según el efecto que ejerza el calor sobre el alimento.
• TERMIZACIÓN: Es el primer paso antes de los tratamientos de elaboración a los que se someterá
posteriormente. Consiste en un proceso de conservación en el que se calienta la leche a temperaturas
de 57-68 ºC durante 15 segundos, refrigerándola después a no más de 4 ºC.
El objetivo del proceso no es la higienización (eliminación de bacterías patógenas), si no la disminución
del número de bacterias termosensibles, particularmente las llamadas bacterias psicrótrofas
y psicrófilas, previo a un tratamiento térmico posterior.
– Bacterias psicrótrofas: son capaces de multiplicarse a bajas temperaturas (5-35 ºC), pero su temperatura
óptima de desarrollo es entre 25-30 ºC.
– Bacterias psicrófilas: se multiplican entre 5-20 ºC, aunque las bajas temperaturas entre 12-15 ºC, son
más favorables para el crecimiento de este tipo de bacterias.
La leche sometida a este proceso mantiene su calidad inicial hasta el momento del procesado, siempre
que se conserve entre 2-4 ºC.
• PASTERIZACIÓN: Es un proceso tecnológico que consiste en someter a la leche a un tratamiento
térmico suave que permite mantener las características nutritivas y organolépticas de la misma. Se asegura
la destrucción de los microorganismos patógenos presentes en la leche. Sin embargo
no consigue destruir las esporas de algunos microorganismos, que son las formas de
resistencia que utilizan para soportar las altas temperaturas.
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Existen tres modalidades de pasterización:
– Pasterización baja (Low Temperature Holding «“ LTH): la leche se calienta a una temperatura de 62-
65 ºC durante aproximadamente 30 minutos.
– Pasterización (High Temperature Short Time «“ HTST): la leche se somete a temperaturas de 72-78 ºC
durante al menos 15 segundos.
– Pasterización alta (Flash): la leche se somete a temperaturas más altas, 85-90 ºC durante 1-2
segundos.
La leche sometida a este tratamiento debe mantenerse siempre en refrigeración y conviene consumirla
en un plazo de 2-3 días.
• ESTERILIZACIÓN: Con este tratamiento se asegura la destrucción total de microorganismos y esporas,
dando lugar a un producto estable y con largo periodo de conservación.
Con este tratamiento la leche se somete a altas temperaturas durante un tiempo bastante elevado
(115-120 ºC durante 15-30 minutos).
Este proceso, y la conservación posterior, provocan una pérdida de vitaminas sobre todo B1, B12 y C,
así como la disminución de la disponibilidad de algunos aminoácidos esenciales.
Este tipo de leche se comercializa generalmente envasada en botellas blancas opacas a la luz, y se
conserva, siempre que no esté abierto el envase, durante un período de 5-6 meses a temperatura ambiente.
Sin embargo, una vez abierto el envase, la leche se debe consumir en un plazo de 4-6 días y
mantenerse durante este tiempo en refrigeración.
• ESTERILIZACIÓN UHT: Es un proceso tecnológico que consiste en calentar la leche a temperaturas
elevadas durante un tiempo muy corto. La esterilización UHT se puede aplicar con un sistema indirecto
(sin contacto directo del vapor con la leche), a través de superficies calientes; suele ser un ciclo
de 128ËšC durante 20 segundos aproximadamente, o con un sistema directo (inyección directa
del vapor en la leche), que permite alcanzar alrededor de 150ËšC en 4 «“ 6 segundos.
Cuanto más corto es el período de calentamiento de la leche, mejor se mantienen las cualidades nutritivas
y organolépticas del producto final, que permanecen prácticamente intactas o varían muy poco
respecto a las de la leche de partida.
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Después de este tratamiento, la leche se conserva a temperatura ambiente durante tres meses, aproximadamente,
si el envase se mantiene cerrado. Una vez abierto, debe conservarse en la nevera, durante
un periodo máximo de 4 a 6 días.
• HOMOGENEIZACIÓN: Consiste en evitar la separación de la nata y favorecer una distribución uniforme
de la materia grasa. Durante esta operación, el diámetro de los glóbulos grasos se reduce a aproximadamente
1 µm. Este efecto se consigue haciendo pasar a la leche por pequeñas ranuras a alta presión.
En los sistemas UHT de tipo directo, la homogeneización se realiza después del tratamiento térmico.
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2.2 Nata
Descripción técnica
La nata es un producto de consistencia grasa y tonalidad blanca o amarillenta. Se ha definido como una
leche rica en grasa con niveles bajos de proteínas y lactosa. Hay distintos tipos de nata, dependiendo de
los contenidos en grasa, que oscilan entre un 12% y un 55% y del tipo de tratamiento térmico.
Según la Orden de 12 de julio de 1983, por la que se aprueban las Normas Generales de
Calidad para la nata y nata en polvo con destino al mercado interior, se entiende por nata
en general, al producto lácteo rico en materia grasa que toma la forma de una emulsión del tipo
grasa en agua.
Proceso de obtención
Fuente: elaboración propia
Proceso de elaboración de la nata
Leche cruda
Precalentamiento Desnatado
Homogeneización
Enfriamiento
Tratamiento térmico
Envasado
Almacenamiento y
distribución
Estandarazión
Nata








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Como todos los tipos de leche líquida y de productos lácteos que encontramos en el mercado, la
elaboración de la nata comienza por la recogida de la leche cruda. La calidad de la leche
cruda debe ser la misma que se exige para la leche destinada al mercado de la leche líquida. Es
importante que la leche no presente olores extraños procedentes de la alimentación animal, ya que
se distribuyen en la fase grasa y por lo tanto, dan lugar a un importante defecto en la nata. En
condiciones ideales, la leche debe ser procesada inmediatamente después de su recepción, puesto
que el desnatado es menos eficaz cuando la leche se almacena durante un tiempo prolongado. Esto
está relacionado con las enzimas lipolíticas que contienen las bacterias psicrófilas y psicrótrofas
presentes en la grasa de la leche, por lo que el tiempo de refrigeración de la leche cruda no debe
exceder de 24 horas.
Posteriormente comienza el proceso de desnatado de la leche donde se separan la parte desnatada
o magra y la parte grasa de la leche. El desnatado de la leche puede realizarse por dos
procedimientos:
• Desnatado natural o espontáneo. Está basado en la diferencia de densidad entre los glóbulos
grasos y la fase acuosa que constituye la leche desnatada. Sin embargo, este procedimiento está actualmente
en desuso por varios inconvenientes como falta de condiciones higiénicas, composición no
deseada, obtención discontinua y duración.
• Desnatado centrífugo. Sistema desarrollado a nivel industrial, que emplea la fuerza centrífuga
para acelerar el proceso de separación de las fases de la leche. Se emplean equipos especialmente
diseñados para ello, denominados desnatadoras.
Este tipo de equipos también se pueden emplear para llevar a cabo la higienización de la leche y eliminar
las impurezas aprovechando la fuerza centrífuga. Las impurezas se acumulan en la parte externa.
Las desnatadoras-higienizadoras industriales poseen un sistema de evacuación periódica de las
impurezas acumuladas.
Una vez obtenida la nata, se realiza la estandarización, que se define como el proceso de medida
y ajuste de la concentración de grasa de la nata. Para ello tiene que estar establecido previamente el
porcentaje de grasa de la nata, para luego en esta etapa regular la cantidad de la nata obtenida en la
etapa anterior. La medida del contenido de grasa se controla por densitometría.
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Después se continúa con el tratamiento térmico:
• Natas pasterizadas:
Natas ligeras: 72 °C durante 15 segundos.
Resto de las natas: 85-100 °C durante 10-15 segundos.
• Natas esterilizadas:
105-115 °C durante 20-45 minutos.
• Natas sometidas a UHT:
Mínimo 132 °C durante 2 segundos.
La necesidad y la preferencia por la homogeneización varían de acuerdo con el producto final. Para
ello es necesario la presencia de un equipo homogeneizador en la línea de producción, que puede situarse
antes o después del tratamiento térmico. Desde el punto de vista higiénico y operacional, es mejor
que el homogeneizador se coloque antes de la pasterización u otro tratamiento térmico, puesto que así
no son necesarias condiciones asépticas. Sin embargo, la homogeneización después del tratamiento
térmico, reduce los problemas de rancidez causados por las lipasas de la leche y los problemas de
desestabilización de la nata debidos al calentamiento (evita la reasociación de glóbulos grasos).
Una vez obtenido el producto final, continúa el proceso común para todo tipo de natas: enfriamiento,
envasado y almacenamiento.
Variedades de nata
La legislación alimentaria establece la clasificación y denominación de los distintos tipos de nata de
acuerdo a diferentes criterios que se definen en la Orden del 12 de julio de 1983, por la que se
aprueban las normas generales de calidad para la nata y la nata en polvo con destino
al mercado interior.
Por su origen
Se denomina nata o nata de vaca al producto como tal obtenido exclusivamente a partir de la leche de
vaca. En caso de que se elabore con leche procedente de otras especies animales (oveja, cabra), se
debe indicar en su denominación la especie o especies animales (en caso de mezcla de leches) de la
cual procede la leche empleada para tal fin.
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Por su proceso de obtención
• Nata ácida (también llamada nata fermentada), es la que se produce de manera espontánea.
• Nata dulce, es la obtenida a partir de un proceso de centrifugación en desnatadoras.
Por su composición
Según el contenido graso, expresado en porcentaje de materia grasa respecto al peso del producto final,
la nata se clasifica en:
• Doble nata (>50% en materia grasa).
• Nata (con un mínimo del 30% y menos del 50% de materia grasa).
• Nata delgada o ligera (con un mínimo del 12% y menos del 30% de materia grasa)
Por el tratamiento higiénico y conservación
La nata puede someterse a tratamientos de higienización, pasterización, esterilización, homogeneización
e incluso congelación, estableciéndose diferentes tipos de producto.
Tratamientos higiénicos:
• Nata pasterizada: garantiza la total destrucción de gérmenes patógenos y la casi totalidad de la
flora banal (elementos de la leche que no tienen sustancias nutritivas), sin modificaciones significativas
de sus propiedades fisicoquímicas y su valor nutricional. La fecha de caducidad de este tipo de nata
es aproximadamente de unos 25 días.
• Nata esterilizada: asegura la total destrucción de gérmenes patógenos y la inactividad de sus
formas resistentes. Se establece su consumo preferente en un tiempo de 12 meses, desde el momento
de su elaboración.
• Nata esterilizada UHT: asegura la destrucción tanto de los gérmenes patógenos como de sus
formas de resistencia, siendo posteriormente envasada en condiciones asépticas. Se establece su consumo
preferente en un tiempo inferior a 12 meses, desde el momento de su elaboración.
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Tratamientos de conservación:
• Nata envasada bajo presión. Es una nata pasterizada, esterilizada o esterilizada UHT, que es
envasada y acondicionada bajo la presión de gases inertes en recipientes adecuados. La expulsión del
gas empleado (generalmente óxido nitroso) provoca el espumado de la nata.
• Nata Homogeneizada. Aquella que se somete a un proceso mecánico que fracciona los glóbulos
grasos, asegurando una mejor emulsión.
• Nata congelada. Es una nata pasterizada y envasada, azucarada o no, sometida a un proceso
rápido de congelación que permite alcanzar al menos los -18 ºC. No debe mantenerse a temperaturas
superiores a -15 ºC. Su consumo preferente será inferior a 18 meses, desde el momento de su
elaboración.
• Nata en polvo. Es el producto seco y pulverulento que se obtiene mediante la deshidratación de la
nata, pasterizada en estado líquido, antes o durante el proceso de fabricación.
Por incorporaciones en la fabricación:
• Nata batida o montada que va adicionada de aire o gases inocuos con objeto de formar una
solución estable. Contiene, además, azúcar y otros aditivos (entre ellos, estabilizantes), y puede ser
adicionada de leche en polvo desnatada (aproximadamente un 2%) para aumentar la consistencia de
la nata tras la formación de espuma. La principal característica de la nata montada es su estabilidad.
• Nata para batir o montar. Para garantizar su larga duración y destrucción de microorganismos
patógenos, este tipo de nata suele someterse a un tratamiento UHT, y después mantenerse en condiciones
de refrigeración adecuadas para favorecer el montado y estabilidad posterior del producto.
También hay natas que reciben el calificativo de nata azucarada (<15% sacarosa y/o glucosa),
aromatizada, con frutas u otros alimentos naturales, según el ingrediente facultativo adicionado.
(Hernández, 2004 CSIC)
17
2.3 Mantequilla
Descripción técnica
La mantequilla es un producto con un contenido de materia grasa láctea igual o superior al 80% e inferior
al 90%, y contenidos máximos de agua del 16%, y de materia láctea seca no grasa (sólidos no
grasos) del 2%.
Según el reglamento (UE) 1308/2013, las materias grasas lácteas o mantequillas son productos
presentados en forma de emulsión solida y maleable, principalmente del tipo agua en materia
grasa, derivados exclusivamente de la leche o de determinados productos lácteos, en los que la materia
grasa es el componente esencial; no obstante, pueden contener otras sustancias necesarias para su fabricación,
siempre y cuando no se utilicen para sustituir total o parcialmente alguno de los componentes
de la leche.
Proceso de obtención
Técnicamente la mantequilla es una emulsión del tipo «agua en aceite», obtenida por batido de la nata.
La elaboración de la mantequilla tiene sus orígenes en los inicios de la transformación de la leche. Ésta
se elaboraba de forma manual en mantequeras de madera. Poco a poco se fueron mejorando las técnicas
de elaboración y en la actualidad la producción de mantequilla se basa en procesos tecnológicos
modernos y con rigurosos controles de calidad. El diagrama de flujo muestra el sistema tradicional de
fabricación de mantequilla a partir de nata ácida (nata fermentada):
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Fuente: elaboración propia
Recepción de la nata
Normalización
Neutralización
Pasteurización
Desgasificación
Maduración
Batido
Desuerado
Lavado
Amasado
Envasado
Mantequilla
Inoculación de
«Estárters»
Salado














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• Recepción de la nata.
La nata es la materia prima necesaria para la elaboración de mantequilla. El contenido graso de esta
crema debe ser del 35% al 40%.
Debe estar libre de defectos de sabor o aroma y exenta de antibióticos o desinfectantes que impidan el crecimiento
de los microorganismos (del género Streptococcus) implicados en la maduración de la mantequilla.
Un factor importante en la elaboración de la mantequilla es la composición en ácidos grasos de
la grasa de la leche; dependiendo del contenido en ácidos insaturados puede variar la firmeza de la
mantequilla final. No obstante, se puede mezclar mantequilla firme y blanda y someterlas al proceso de
amasado, previo al envasado.
• Neutralización
Consiste en reducir la acidez de la nata para posteriormente poder ser pasterizada. La nata dulce es más
fácil de manipular y de hacer circular por los intercambiadores de calor.
• Pasterización
La nata se pasteriza a temperaturas ≥ 95 ºC durante 10-15 segundos. Con este tratamiento se consigue:
– Destrucción de microorganismos patógenos y enzimas que pueden alterar el mantenimiento de
la calidad de la nata.
– Mayor resistencia a la oxidación, debido a que se producen compuestos antioxidantes durante
el proceso.
• Desgasificación
Consiste en la eliminación de sustancias aromáticas indeseables por evaporación mediante el calentamiento
de la nata a 78 ºC y posterior aplicación de vacío.
• Inoculación de estárteres
Este proceso consiste en inocular microorganismos que dan aroma a la nata. Las bacterias que se usan
para ello son Streptococcus diacetilactis y Leuconostoc citrovorovum, y las sustancias aromáticas
más importantes que producen son el ácido láctico, siendo el más relevante el diacetilo.
La inoculación debe realizarse antes de la etapa de maduración. El cultivo es mezclado con la nata en
la tubería por donde pasa la nata antes de ser bombeada al depósito de maduración, o en el mismo
depósito de maduración.
20
• Maduración
El objetivo de la maduración es acidificar la nata (proporciona aroma y sabor de forma simultánea)
en depósitos destinados a este fin.
La nata se somete a tratamiento térmico según un programa de temperaturas, que dará a la grasa la estructura
cristalina requerida cuando se produce su solidificación en la etapa de enfriamiento. El programa
de maduración dependerá del índice de yodo de la nata, que se determina según el contenido de ácidos
grasos insaturados de bajo punto de fusión. La maduración dura aproximadamente de 12 a 15 horas.
• Lavado o desuerado continuo
Los granos de mantequilla pasan a través de un canal cónico y de una placa perforada (sección de
secado y exprimido), donde se eliminan los restos de mazada aún en la mantequilla.
• Salado y amasado en continuo
Una vez escurrida la mantequilla pasa a la amasadora. Con el amasado se pretende obtener una mantequilla
con una fase grasa continua, que contiene una fase dispersada muy finamente. El amasado se
completa cuando se consigue completar la inversión de fases.
El amasado en continuo se compone de tres secciones:
– En la primera sección, si se elabora mantequilla salada. Se añade la sal a través de un inyector de
alta presión situado en la cámara de inyección.
– En la segunda sección, la mantequilla es amasada al vacío, donde se pretende reducir el contenido
de aire de la misma.
– La última sección de amasado está dividida en cuatro secciones separadas por placas perforadas. Cada
sección tiene una pala de amasado con diferentes formas para dar un tratamiento óptimo a la mantequilla.
El amasado afecta al aroma, sabor, calidad de conservación, apariencia y color de la mantequilla.
• Envasado
Una vez terminado el amasado, la mantequilla se envía a las máquinas empastilladoras (envasadoras).
Normalmente se envasa en papel impermeable (metalizado o de otro tipo), pero también se acepta el
envasado en envases metálicos o de plástico.
La mantequilla se almacena a temperaturas de refrigeración (0 ºC»“2 ºC).
21
Variedades de mantequilla
Existen diferentes tipos de mantequilla que reciben su denominación en función de varios criterios.
Por su procedencia
Se denomina mantequilla al producto como tal obtenido de la leche o nata de vaca, pero la mantequilla
se puede obtener de leche de otras especies animales como oveja o cabra. En este caso, en su
denominación se deberá hacer referencia a la especie de la cual proceda. La mantequilla de oveja o de
cabra presenta un color más claro y un contenido graso superior a la de vaca.
Por el proceso de elaboración
– La mantequilla de nata dulce se produce a partir de la nata fresca madurada sin acidificar.
– La mantequilla de nata ácida se obtiene a partir de una nata que ha sido sometida a una maduración
con acidificación.
– La mantequilla batida, se insufla aire durante su proceso de elaboración, alcanzando un contenido
de un 30% de aire. Esto facilita su untuosidad o aptitud para extenderse, siendo una mantequilla
más ligera, que funde mejor que la mantequilla ordinaria.
Por el contenido de sal
– Mantequilla dulce o semisalada: < 5% de sal.
– Mantequilla salada: 5-10% de sal.
Tipos especiales de mantequilla
– Mantequilla light o baja en calorías con un contenido graso menor de lo habitual, con valores
comprendidos entre los 41 y 65 g/100 g.
– Mantequilla recombinada: emulsión de agua en grasa obtenida a partir de grasa láctea anhidra
(deshidratada), leche desnatada en polvo, agua y sal.
Hay diferencias importantes entre la mantequilla y la margarina. La grasa de la mantequilla es una grasa
natural con características organolépticas muy apreciadas, la grasa de la leche, que incluye vitaminas A
y D. La margarina es una grasa obtenida a nivel industrial a partir de aceites vegetales (maíz, girasol,
soya) que se someten a un proceso industrial de hidrogenación para transformar parte de los ácidos insaturados
en saturados y conseguir una textura adecuada. La desventaja es que en este proceso se forma
una parte de ácidos grasas trans como intermediarios del proceso. Son dos grasas diferentes y aunque
la margarina puede tener las vitaminas liposolubles citadas, son por adición.
22
3. VALOR NUTRICIONAL DE LA LECHE, LA NATA,
LA MANTEQUILLA Y OTROS PRODUCTOS LÃCTEOS
3.1. Leche
Desde el punto de vista nutricional la leche y los productos lácteos constituyen uno de los pilares de la
alimentación. Ello se debe fundamentalmente a las siguientes características:
• Presenta una amplia gama de nutrientes: Son alimentos muy completos, ya que en su composición
tienen una gran variedad de nutrientes, además de un buen balance entre los constituyentes
mayoritarios de la leche (grasa, proteínas y carbohidratos).
• Elevada densidad de nutrientes: Contienen gran cantidad de macronutrientes y micronutrientes
que garantizan un correcto desarrollo del individuo, y además, el aporte de nutrientes es alto en relación
con el contenido de calorías. Especialmente son alimentos ricos en proteínas y calcio de fácil
asimilación. También son una fuente importante de vitaminas.
PROTEÃNAS
Los lácteos contienen proteínas con todos los aminoácidos esenciales, por lo que contribuyen a cubrir las
necesidades de aminoácidos del ser humano.
Las proteínas de los productos lácteos, en relación a la composición en aminoácidos y a su biodisponibilidad
(proporción de aminoácidos provenientes de alimentos, que se absorben por el organismo para
realizar diferentes funciones corporales) se consideran proteínas de alta calidad. (Institute of Medicine,
2005; Tome, 2011)
En las proteínas de la leche se distinguen dos grandes grupos, las caseínas presentes en la fase coloidal
y las seroproteínas presentes en la fase soluble. En la cadena polipeptídica de ambas fracciones de
proteínas se encuentran péptidos bioactivos, que aunque están inactivos dentro de las proteínas precursoras,
se liberan en la digestión gastrointestinal y también en el procesado de productos como leches
fermentadas y quesos. (Hernández-Ledesma et al. 2011; Wu et al. 2013)
Aparte de los datos positivos de las proteínas lácteas respecto a la composición en aminoácidos, la
leche tiene proteínas minoritarias con documentadas funciones específicas, tales como defensa frente a
infecciones microbianas de la lactoferrina (0,2 g/L) (específica función fisiológica por su capacidad
de enlazar hierro) y la lisozima (función enzimática de hidrólisis de polisacáridos de paredes celulares
23
de bacterias). La leche contiene inmunoglobulinas (0,7 g/L) que modulan aspectos de inmunidad.
(Wiley, 2012; Nicholas, 2013; Ocho et al. 2013)
Las seroproteínas lácteas de forma aislada o junto con péptidos bioactivos, aminoácidos producidos
después de la digestión o la acción combinada con otros constituyentes de la leche, como el calcio, se ha
evidenciado que pueden contribuir a la regulación del peso corporal, por proveer señales de saciedad
que afectan la regulación de la ingesta de alimentos con preferencia frente a proteínas de otras fuentes.
Se atribuye a una más rápida digestión de los péptidos y mayor termogénesis. Por tanto, las seroproteínas
lácteas tienen potencial como ingrediente funcional en individuos con sobrepeso, incluidos niños
(Luhovy et al., 2007; Abargouei et al., 2013).
Se ha evidenciado también en individuos con sobrepeso, que la suplementación con seroproteínas lácteas
disminuye riesgos cardiovasculares, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico (Pal et al, 2010; Pal S
& Radavelli-Bagatini, 2013).
LÃPIDOS
Los lípidos tienen funciones muy importantes en el organismo. Son elementos estructurales e indispensables
que forman parte de membranas celulares, vehiculizan las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y son
necesarios para la absorción de las mismas.
Entre los ácidos grasos presentes en la leche hay proporciones importantes de ácidos de cadena corta
y media.
Los ácidos grasos se dividen en dos grupos, ácidos grasos saturados (AGS) y ácidos grasos insaturados.
La leche presenta un alto contenido en AGS, pero es importante diferenciar AGS de cadena
larga y AGS de cadena corta. Los ácidos grasos mayoritarios presentes en la leche son saturados
de cadena larga, que representan el 55% de todos ellos y AGS de cadena corta y media,
constituyen un 12-15% del total de ácidos grasos de la leche. La parte porcentual restante (25%)
corresponde a los ácidos grasos insaturados presentes de la leche.
Los ácidos grasos, como parte de las grasas, son la principal fuente de energía para el organismo y
ayudan a la absorción de vitaminas liposolubles A, D, E y K y de carotenoides. Es interesante mencionar,
a qué grupo corresponden los ácidos grasos que tienen mayor relevancia con relación a su cantidad en
la leche y a la actividad biológica:
24
• Ãcidos grasos saturados:
– AGS de cadena larga: ácido mirístico, ácido palmítico y ácido esteárico
– AGS de cadena corta y media: ácido butírico, caproico, caprílico, cáprico y laúrico
• Ãcidos grasos insaturados: ácido oleico, ácido linoleico y ácido linolénico.
La cantidad de grasa presente en los lácteos varía según el producto y el proceso de obtención del mismo,
así que puede establecerse una clasificación dentro de un mismo producto. La leche, en función de
su contenido graso, se clasifica en:
• Entera: Sin modificaciones en su contenido natural de grasa que es mayor o igual al 3,5%.
• Semidesnatada: entre el 1,5 y el 1,8% de materia grasa.
• Desnatada: menos del 0,3% de materia grasa.
HIDRATOS DE CARBONO
Los hidratos de carbono tienen como función primordial aportar energía. El hidrato de carbono predominante
en la leche es la lactosa, disacárido compuesto de glucosa y galactosa, que proporciona
hasta el 25% de la energía total de dicho producto lácteo.
No todos los productos lácteos poseen proporciones similares de lactosa. La fermentación de la lactosa
durante el procesado baja su concentración en muchos productos, especialmente en los yogures y en
los quesos, esto hace que estos productos sean especialmente interesantes en aquellas personas con
intolerancias parciales a la lactosa.
VITAMINAS
Las vitaminas son micronutrientes necesarios para el metabolismo, que las células no pueden
fabricar, la mayoría participan en reacciones fisiológicas del organismo y son precursoras de coenzimas
necesarias para que se realicen dichas reacciones.
Se pueden clasificar en:
• Hidrosolubles: Son aquellas que se disuelven en agua, es decir, en la fase acuosa de la leche y de
los productos lácteos. Estas son: B1 o tiamina, B2 o riboflavina, B3 o niacina, B9 o ácido fólico, B6
o piridoxina, B12 o cianocobalamina, C o ácido ascórbico, B5 o ácido pantoténico y B8 o biotina.
25
• Liposolubles: Son aquellas que se disuelven en grasas, es decir, en la fase grasa de la leche. Estos
son las vitaminas A, D, E y K.
La cantidad de las vitaminas hidrosolubles o liposolubles varía según el tratamiento aplicado a la leche
o a los productos lácteos, en el caso de las hidrosolubles y según el contenido en grasa en el caso de
las liposolubles.
En la fase de desnatado de la leche se pierden la parte grasa de la leche y de los productos lácteos,
obteniendo productos semidesnatados o desnatados (según la cantidad de grasa del producto final) y
por ello disminuye el contenido de las vitaminas liposolubles. Sin embargo, para que la leche
semidesnatada o la leche desnatada sigan teniendo las propiedades nutritivas originales, se añaden
algunas vitaminas liposolubles como la vitamina D y la vitamina A.
En procesos de evaporación o concentración de la leche o de los productos lácteos, se elimina
parte del agua de la leche y dependiendo del grado del tratamiento térmico disminuye la cantidad de
las vitaminas hidrosolubles.
La leche es una fuente importante de algunas vitaminas; así el consumo diario recomendado de productos
lácteos permite cubrir aproximadamente el 80% de la cantidad diaria recomendada (CDR) para la
vitamina B2.
MINERALES
Los minerales son elementos constituyentes de huesos y dientes, controlan la composición de los líquidos
extra e intracelulares y forman parte de enzimas y hormonas, moléculas esenciales para la vida.
Se distinguen dos grandes grupos:
• Macrominerales: tienen que ser aportados en mayor cantidad por la dieta (calcio, fósforo, magnesio,
potasio, sodio y cloro).
• Microminerales o elementos traza: son necesarios pero en menor cantidad (hierro, zinc, yodo,
manganeso, flúor, selenio, cobalto, cobre y cromo).
En los productos lácteos cobra gran importancia el aporte de calcio, que en la dieta media proporciona
el 65-75% de la CDR. Este calcio es particularmente biodisponible a diferencia del procedente
de otros alimentos, debido a que se relaciona con un alto contenido en vitamina D y lactosa que
favorecen su absorción y la falta de inhibidores de su absorción como fitatos u oxalatos.
Los productos lácteos también son fuente de potasio, magnesio, zinc y fósforo.
26
TABLA 1. COMPOSICIÓN POR 100g DE PORCIÓN COMESTIBLE
Producto
(100 g)
Proteína
(g)
Lípidos
(g)
Hidratos de
carbono (g)
Ca
(mg)
Tiamina
(mg)
Riboflavina
(mg)
Leche de vaca 3,3 3,7 5 121 0,04 0,18
Leche de vaca
semidesnatada 3,5 1,6 4,8 125 0,04 0,19
Leche de vaca
desnatada 3,4 0,1 5 130 0,04 0,17
Nata 2 40 2 50 0,02 0,08
Queso de bola 29 25 2 760 0,03 0,3
Queso de
Burgos 15 11 4 186 0,02 0,3
Queso
Manchego
fresco
26 25,4 Tr 470 0,02 0,3
Yogur 5 2 14 180 0,05 0,26
Yogur
desnatado 4,4 0,1 4,9 143 0,04 0,18
Mantequilla 0,6 81 0,4 15 Tr 0,02
Flan 5 4,6 20,4 93 0,05 0,17
Mousse
chocolate 4 6,5 18,9 97 0,04 0,21
Natillas 3,7 2,9 15,48 130 0,04 0,18
27
Producto
(100 g)
Equivalentes
de niacina
(mg)
Vitamina B6
(mg)
Ãcido
fólico
(μg)
Vitamina
B12
(μg)
Vitamina A:
Eq. Retinol
(μg)
Vitamina
D
(μg)
Vitamina
E
(mg)
Leche de vaca 0,8 0,04 5 0,3 46 0,03 0,1
Leche de vaca
semidesnatada 0,71 0,06 2,7 0,3 Tr Tr Tr
Leche de vaca
desnatada 0,8 0,04 5 0,1 263 0,28 0,05
Nata 0,4 0,03 2 1,4 283 0,18 0,8
Queso
de bola 5,9 0,08 20 0,5 41 0,02 –
Queso
de Burgos 1,2 0,01 9 1,4 283 0,18 0,6
Queso
Manchego
fresco
5,2 0,2 20 Tr 11 Tr Tr
Yogur 1,2 0,04 2 Tr Tr Tr Tr
Yogur
desnatado 0,1 0,05 2 Tr 884 0,76 3,6
Mantequilla 0,092 Tr Tr 0,61 95 0,58 0,23
Flan 1,547 0,06 9 0,3 18,9 0,02 0,04
Mousse
chocolate 1,1 0,04 6 0,2 48 Tr 0,58
Natillas 1 0,06 5 0,5 63 0,03 0,1
28
3.2. Nata
La nata es la materia grasa concentrada de la leche que contiene, además, un tercio de la proteína (más
bien, contiene 2/3 de la proteína de la leche de referencia «“ver tablas-) y la mitad de la lactosa de la
leche, en una pequeña proporción de agua. Aunque los distintos tipos de nata pueden diferir en el contenido
final de materia grasa, destaca su aporte en vitamina A, que supera unas seis veces, e
incluso más, el contenido de la leche entera de la que procede. Igualmente aunque en menor proporción,
también es rica en vitamina D.
Respecto a su aporte mineral, destaca su contenido en calcio, aunque en cantidades inferiores a
la leche de partida.
El contenido de grasa y sólidos se estandariza de acuerdo con las normas y principios del Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), con lo que se obtiene una clasificación de
los grupos de nata:
• Doble nata: > 50% en materia grasa.
• Nata: contenido graso entre 30% y 50%.
• Nata delgada o ligera: contenido graso entre 12% y 30%.
29
3.3. Mantequilla
La mantequilla es un producto que tiene un alto contenido en grasa (80 gramos por 100 gramos
de producto), ácidos grasos saturados, colesterol y calorías. Una cucharada (sopera) de mantequilla
contiene 12 gramos de grasa, 7 gramos de ácidos grasos saturados, 31 miligramos de colesterol y 100
calorías.
Dado que la mayor parte de la mantequilla es grasa láctea, es importante también su contenido
en vitaminas liposolubles, principalmente vitaminas A y D.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el contenido vitamínico de la mantequilla depende tanto
de la calidad de la alimentación de las vacas como de la estación del año, e influye especialmente en
el contenido en vitamina A. La mantequilla elaborada en verano es mucho más rica en esta vitamina
que la que se elabora en invierno.
Su consumo puede ser una fuente interesante de grasas para quienes necesiten un mayor aporte
energético, como en personas delgadas, deportistas y quienes realizan un trabajo físico intenso.
(Moreiras 2013)
30
4. PAPEL DE LA LECHE, LA NATA, LA MANTEQUILLA Y
OTROS PRODUCTOS LÃCTEOS EN EL CONJUNTO DE LA ALIMENTACIÓN
4.1. Leche
Desde el punto de vista nutricional la leche es un alimento muy valioso en la dieta. Su principal componente
es el agua, seguido fundamentalmente por grasa (ácidos grasos saturados e insaturados, los primeros
en mayor proporción y colesterol), proteínas de alto valor biológico e hidratos de carbono (lactosa
principalmente). Así mismo, contiene cantidades moderadas de vitaminas (A, D, y vitaminas del grupo B,
especialmente B2, B1, B6 y B12) y minerales (fósforo, calcio, potasio, zinc y magnesio).
El calcio procedente de la leche aporta a la dieta el 65-75% de la CDR. Además de que la leche tenga
un alto contenido de calcio biodisponible, la presencia de fósforo, magnesio y potasio contribuye a la
asimilación del mismo. El potasio contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal y el magnesio
ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.
31
4.2. Nata y mantequilla
La nata y la mantequilla tienen una menor cantidad de agua respecto a la leche de partida, es decir,
están formadas por la fase grasa de la leche. Por ello destaca la presencia de vitaminas liposolubles,
fundamentalmente la vitamina A y en menor cantidad la vitamina D. Debido a la poca cantidad de agua
en su composición se pierden las vitaminas hidrosolubles, dos tercios de las proteínas y también
la mitad de la lactosa presente en la leche cruda. Los minerales con mayor presencia en estos
productos lácteos son el calcio y el potasio aunque la cantidad de estos también está disminuida por
la pérdida de fase acuosa.
En el caso de la nata y de la mantequilla, dado el importante contenido en materia grasa, y teniendo
en cuenta que el 30-35% de las calorías totales de la dieta deben obtenerse a través de la grasas
(7-8% de ácidos grasos saturados, 15-20% de ácidos grasos monoinsaturados y 5% de ácidos grasos
poliinsaturados), su consumo debe ser moderado, sin embargo, por su elevado aporte calórico, pueden
ser de gran utilidad en situaciones de desnutrición por falta de calorías (anorexia, etc.).
Las raciones diarias recomendadas de leche varían en función de la edad, del sexo y del estado fisioló-
gico. Sin embargo, el consumo de nata y mantequilla debe ser ocasional. Se considera una ración (consumo
medio por ingesta de un tipo de alimento) a las siguientes cantidades de leche, nata y mantequilla:
• Leche: 200 ml.
• Nata líquida: ½ cucharada (sopera), 10 g.
• Nata montada: 1 cucharada (sopera), 20 g.
• Mantequilla: 1 cucharada (de postre), 5 g.
• Mantequilla baja en grasa: 2 cucharadas (de postre), 10 g.
Para el adulto se aconseja el consumo de 2-4 raciones diarias de leche. En el caso de los niños,
pasado los primeros años, se recomiendan 2-3 raciones diarias, que se aumentarán a 3-4 raciones
durante la fase de rápido crecimiento de la adolescencia. En principio, y si no existe sobrepeso
o antecedentes familiares de dislipidemia, es recomendable que tanto niños como adolescentes tomen
productos lácteos sin desnatar o enteros, ya que al separar la grasa se pierden vitaminas liposolubles y
ácidos grasos esenciales. En mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y en deportistas,
el número de raciones recomendadas aumenta hasta 3-4 raciones diarias. En personas de más
de 60 años se aconsejan 2-3 raciones diarias para varones y 3-4 para mujeres.
32
En los casos en los que para controlar el peso, o por otros motivos sanitarios, se aconseje el consumo de
productos lácteos semidesnatados o desnatados, se pueden utilizar productos enriquecidos con vitaminas
liposolubles (A, D, E y K) y ácidos grasos esenciales como el omega 3 y/o tener mayor cuidado con
el resto de la dieta para conseguir el aporte aconsejado de todos los nutrientes.
La fuente más accesible de calcio en la dieta es la leche y los productos lácteos. Se recomiendan las
siguientes cantidades de calcio al día: en niños de 1 a 3 años 700 mg/día, en niños de 4 a 8
años 1.000 mg/día, y en niños de 9 a 18 años 1.300 mg/día. En mujeres y en personas
mayores las cantidades de calcio recomendadas son de 1.000 a 1.200 mg/día. Esto se obtiene a
partir de entre tres a cinco vasos de leche al día (un litro y medio), tanto entera como desnatada,
o también con dos o tres vasos de leche enriquecida.
Es recomendable tomar más de un tipo de producto lácteo para alcanzar el consumo
aconsejado de lácteos.
CONSUMO OCASIONAL
CONSUMO DIARIO
33
CONSUMO DIARIO
Pescados y mariscos 3-4 raciones/semana
Carnes magras 3-4 raciones/semana
Huevos 3-4 raciones/semana
Legumbres 2-4 raciones/semana
Frutos secos 3-7 raciones/semana
Leche, yogur, queso 2-4 raciones/día
Aceite de oliva 3-6 raciones/día
Verduras y hortalizas ≥ 2 raciones/día
Frutas ≥ 3 raciones/día
Pan, cereales, cereales integrales, arroz, pasta, patatas 4-6 raciones/día
Agua 4-8 raciones/día
Vino/cerveza Consumo opcional y moderado en adultos
CONSUMO OCASIONAL
Grasas (margarina, mantequilla)
Dulces, bollería, caramelos, pasteles
Bebidas refrescantes, helados
Carnes grasas, embutidos
Fuente: Consejos para una alimentación saludable, 2007.SENC y semFYC
34
5. BENEFICIOS SALUDABLES DE LA LECHE, LA NATA, LA MANTEQUILLA Y
OTROS PRODUCTOS LÃCTEOS
Los beneficios visibles tras el consumo de leche y sus derivados, están relacionados con los nutrientes
que lo componen, proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales, entre los que destaca
el calcio y el fósforo.
Las proteínas de los lácteos, con base en su composición de aminoácidos y de su biodisponibilidad se
consideran de alta calidad. Como se ha indicado anteriormente el contenido de proteínas en la leche es
mayor que en la nata y la mantequilla.
Es importante mencionar que la nata y la mantequilla son productos lácteos que tienen una cantidad
reducida de lactosa, así que las personas con intolerancia a este carbohidrato lo pueden consumir.
La grasa de leche tiene componentes lipídicos y ácidos grasos con actividad biológica en relación con la
salud humana, entre los que cabe destacar el ácido butírico, el ácido linoleico conjugado (CLA), ácidos
metil-ramificados, constituyentes de la membrana del glóbulo de grasa como esfingolípidos y vitaminas
liposolubles (Legrand, 2011). Sin embargo, dado que presenta un alto contenido en ácidos grasos saturados,
se ha desaconsejado su consumo de forma indiscriminada. No obstante, durante los
últimos años algunos autores han cuestionado, en individuos sanos, la existencia de una asociación entre
la ingesta de lácteos y el riesgo cardiovascular. (Elwood et al., 2011).
La cantidad de vitaminas liposolubles presentes en la leche y en los productos lácteos depende del contenido
de grasa de cada producto, a mayor cantidad de grasa mayor será el contenido de vitaminas
liposolubles (A, D, E y K). Según el contenido en grasa, la leche se clasifica en tres grupos, entera,
semidesnatada y desnatada y por lo tanto varía el contenido de vitaminas liposolubles. El contenido de
estos nutrientes en la nata y la mantequilla es significativamente superior en comparación con la leche de
partida ya que tienen menor cantidad de agua y mayor cantidad de grasa saturada.
Por el contrario, las vitaminas hidrosolubles (B2, B12) son más abundantes en productos con mayor contenido
acuoso, como lo es la leche y las leches fermentadas.
35
6. TENDENCIAS DE CONSUMO DE LA LECHE, LA NATA, LA MANTEQUILLA Y OTROS
PRODUCTOS LÃCTEOS EN LA POBLACIÓN ESPAÑOLA
Los últimos datos publicados de consumo de alimentos en el hogar proporcionados por el Ministerio
de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente datan del enero a diciembre del 2013, y se comparan
con los resultados del mismo periodo del año anterior. Durante estos meses, el consumo global
de alimentación en los hogares españoles descendió un 1,3%. Sin embargo, destaca el aumento en
el consumo de productos lácteos como la nata (+8,4%) y la mantequilla (+12,4%), que fueron
los alimentos que más incrementaron su consumo, debido a una mayor ingesta de platos preparados
dentro de los hogares.
6.1. Leche
Analizando los datos recogidos durante el año 2013 sobre el consumo alimentario en el hogar, y comparando
con los datos de consumo de leche de 2012, se comprueba que la leche esterilizada, que
supone el 98,48% de la categoría de Leche Líquida comercializada, aumentó su presencia en el
hogar un 1,3%. Por el contrario, el consumo de la leche cruda, disminuyó un 1,9% durante el mismo
periodo. Sin embargo el consumo del Total Leche Líquida, aumentó 1,1% durante el periodo móvil
analizado TAM Diciembre 2012- TAM Diciembre 2013 (Total Anual Móvil).
El consumo en el hogar del total de derivados lácteos aumentó en 2013 con respecto al 2012
(1,9%). La categoría que más aumentó en ese periodo fue el queso (2,1%), seguido por el yogur
(0,1%) y luego el resto de derivados lácteos (5,3%). En contraposición con el consumo de bifidus
+ leches fermentadas que mostró una disminución (3,3%).
36
El consumo de mantequilla y nata por persona durante el año móvil contabilizado hasta agosto del
2013, fue de 0,32 L/kg de mantequilla y 1,01 L/kg de nata. Esto supone que la mantequilla
representa 1% del volumen total (L/Kg) de los productos lácteos y un aumento de valor del
12,4% respecto al año móvil del 2012.
La nata representa 2,6% del volumen total de los productos lácteos, lo que ha supuesto un aumento
de 8,4% en el consumo de este producto comparado con el año móvil del 2012.
Esto mismo se ve reflejado en el valor económico (en €) de los productos lácteos. El valor económico del
consumo de la nata supone un 2,4% del total del valor equivalente al consumo de productos lácteos.
Respecto al año anterior el valor económico del mercado de la nata ha aumentado en 6,8%. Por otro
lado el valor económico del consumo de la mantequilla llega al 1,4%, lo que ha demuestra un aumentado
de 10,5% el valor económico respecto al año anterior.
Miles de Kgs./Lts. Miles de € Consumo x
cápita Penetración**
% evol. % evol.
TAM DICIEMBRE
2012
TAM DICIEMBRE
2013
TAM DICIEMBRE
2012
TAM DICIEMBRE
2013
TAM DICIEMBRE
2013
TAM DICIEMBRE
2013
Total leche liquida 3.404.056,55 3.441.340,79 1,1% 2.356.676,50 2.407.621,13 2,2% 75,77 85,93
Leche esterilizada 3.270.087,70 3.313.808,50 1,3% 2.245.779,30 2.303.077,30 2,6% 72,97 84,55
Leche pasterizada 90.789,58 85.166,41 -6,2% 76.423,78 73.008,24 -4,5% 1,88 3,80
Leche cruda 43.179,28 43.362,88 -1,9% 34.473,42 31.535,59 -8,5% 0,93 0,46
T derivados lacteos 1.762.116,04 1.796.460,62 1,9% 5.884.077,66 5.903.923,70 0,3% 39,56 *
Yogurt 454.954,69 455.353,36 0,1% 866.106,23 827.227,84 -4,5% 10,03 72,29
Bifidus + leches fementadas 269.234,10 260.298,09 -3,3% 870.481,77 824.790,50 -5,2% 5,73 *
Queso 365.793,90 373.322,76 2,1% 2.595.607,20 2.667.467,65 2,8 8,22 92,92
Resto derivados lacteos 672.142,35 707.486,41 5,3% 1.551.882,46 1.584.437,71 2,1% 15,58 *
37
28,6%
Var: -6,7%
Yogurt
3,4%
Var: -0,1%
Batidos
Var: +2,3%
8,7%
Postres Lácteos
Var: -6,0%
Helados y Tartas
8,2%
Var: +6,8%
Nata
2,4%
Var: +10,5%
Mantequilla
1,4% 44,9%
Queso
Var: +0,8%
2,5%
Resto Derivados Lácteos
Var: -5,3%
Importancia de los tipos de los derivados lácteos (año móvil agosto 2013)
Consumo por persona (año móvil agosto 2013)
% de variación sobre el año anterior
% Valor (Euros)
% Volumen (Lts. / Kgs.)
40,4%
Var: -2,8%
Yogurt
8,1%
Var: -0,4%
Batidos
Var: +5,3%
16,5%
Postres Lácteos
Var: -4,0%
Helados y Tartas
7,7%
Var: +8,4%
Nata
2,6%
Var: +12,4%
Mantequilla
1,0% 20,9%
Queso
Var: +0,9%
2,9%
Resto Derivados Lácteos
Var: -7,1%
Consumo
per cápita
(Lts. / Kgs.)
T Derivados
Lácteos Batidos Postres
Lácteos
Helados y
Tartas Mantequilla Queso Yogurt Nata
Resto
Derivados
Lácteos
38,38 3,12 6,34 2,95 0,32 8,02 15,50 1,01 14,85