Abbaye de Troisvaux

Leche: Vaca

Tipo: Pasta semi dura, corteza lavada con cerveza

Materia Grasa: 40%-45%

Maduración: De 7 a 8 semanas

Aspereza: Media

Vino: Cerveza trapense

País de origen: Francia

Región: Norte-Paso de Calais-Picardía

Notas: El Troisvaux es un queso monástico en el que participan dos congregaciones para dejar el producto terminado. En principio el queso es elaborado a mano por los monjes de la Abadía Sainte-Marie du Mont-des-Cats en la población francesa de Godewaersvelde. A continuación se traslada al monasterio vecino de la Abadía de Belval en Troisvaux, donde las monjas trapenses, lo maduran y lavan con mimo durante siete a ocho semanas.

El queso se lava con cerveza de abadía, dándole un color oscuro y sabor exquisito.

La quesería de la Abadía de Belval se estableció en 1893, como una forma de ganarse la vida para sobrevivir, no solo para la comunidad del convento, también para los agricultores de los alrededores, que podian dar salida a su leche para ser transformada en queso por las monjas de la abadía.

Los métodos de maduración, la elaboración artesanal se han conservado, pero no la comercialización. Hoy en día, los quesos de Belval son administrados por el «Conservatorio Nacional de Artes culinaires» y el queso es considerado un patrimonio de la región. El queso se vende algunos de los queseros más prestigiosos de Europa, como Harrods en Londres.

El queso se comercializa en forma cilíndrica con un tamaño de 20 a 25 cm. de diámetro por 3 a 4 cm. de espesor y un peso de 2 kg.

El Abbaye de Troisvaux sé consume sobre todo después de una comida, pero también es delicioso como aperitivo del almuerzo con pan crujiente. Como funde maravillosamente, es ideal para gratinados o fundido sobre verduras crudas. El acompañante de este queso de estilo monástico es una cerveza belga.

El Abbaye de Troisvaux es un queso de leche cruda de vaca, que presenta una corteza lavada lisa y fina de color marrón, pasta de color beige textura firme y elástica con pequeños ojos, pasta prensada, no cocida.

Olor a levadura bien marcada en la corteza cuando el queso es joven tiene un sabor carnoso, con la maduración del queso se vuelve más amargo con las notas de lúpulo de la cerveza que sobresalen.