Este fermento madre se resiste para ser manipulado y adulterado sin perder prácticamente todas sus propiedades originales, Talvez por eso esta olvidado por las instituciones sanitarias. Al no poder comercializarse no se le dedica la atención e investigación que merece. Estamos ante un cultivo milenario que se ha pasado siempre de mano en mano como un legado al que se atiende en tan curiosa simbiosis.
Es posible pedirlo seco por correo postal. Luego habrá que hidratarlo. Aunque también se puede, y es mas conveniente, enviarlo fresco con un poco de agua dentro de una bolsita de plástico hermética, o en 2 bolsas de bocadillo muy bien atadas. Se puede usar también un minitaper e incluso una botellita de plástico con tapa de rosca que entre en un sobre acolchado. Es un sistema práctico y económico para la distribución gratuita de kéfir a distancia.