La leche y sus diferentes tipos

La leche y sus diferentes tipos

Desde que nacemos, la leche nos acompaña durante toda nuestra vida. Es un producto esencial dentro de una dieta equilibrada y saludable, ya que nos aporta una importante cantidad de nutrientes, proteínas, vitaminas y minerales esenciales como el calcio. Hoy en día disponemos de una gran variedad de tipos diferentes de leche en el mercado, y podemos consumirla de muy distintas maneras. ¿Sabes diferenciar cada tipo de leche?

Principales variedades

Al hablar genéricamente de leche nos solemos referir a la leche de vaca, aunque también podemos encontrarla procedente de otros animales, como la de oveja o de cabra. Pero sin duda es la leche de vaca la más popular y la más consumida en nuestro país, y podemos distinguir varios tipos con diferentes características.

– Leche entera. Se denomina así porque es aquella que conserva todo su contenido original de nutrientes, destacando por sus minerales y proteínas de alto valor biológico. Su contenido en grasa de nata varía entre 3,5 y 5%, dependiendo de la raza de la vaca. Dentro de una dieta equilibrada es una leche perfectamente válida, especialmente para los mayores amantes de los lácteos, ya que presenta una textura y un sabor mucho más pronunciado.

– Leche semidesnatada. Es aquella a la que se ha eliminado mediante procesos tecnológicos la mitad de la grasa, presentando un contenido total entre 1,5 y 1,8%. Para compensar la pérdida de nutrientes, éstos suelen añadirse posteriormente. Por sus características intermedias, es la mejor opción para quienes no necesitan controlar demasiado las calorías pero prefieren no sumar demasiada grasa a su alimentación diaria, manteniendo un excelente sabor.

– Leche desnatada. Este tipo de leche es el que contiene los niveles de grasa más bajos, inferiores al 0,5%. Al igual que ocurre con la semidesnatada, se enriquece con vitaminas y minerales para compensar la pérdida de nutrientes durante el proceso de desnatado. Es la leche más adecuada si se sigue una dieta de adelgazamiento o si se quiere controlar el nivel de colesterol, y también tiene un sabor más suave.

Las ventajas de la leche fresca

Para los amantes lo más tradicional, tenemos a nuestra disposición en Hipercor leche fresca envasada que recupera los sabores de toda la vida. La leche fresca es un producto totalmente natural elaborado con leche de máxima calidad, que nos ofrece todas las ventajas saludables de los lácteos con el añadido del máximo sabor tradicional.

La leche fresca se elabora siguiendo un proceso de pasteurización suave que garantiza la mejor calidad manteniendo el sabor y la textura de origen. Esta leche tan sólo requiere mantenerla siempre refrigerada, y aguanta en la nevera hasta 2 semanas antes de abrirse. Su genuino sabor no sólo resulta delicioso para disfrutar directamente, sino que además es ideal para preparar todo tipo de recetas, pues conseguiremos platos y postres mucho más sabrosos con ella.

Leches especiales

Además de la leche tradicional, encontramos en Hipercor otras variedades lácteas que apuestan por ofrecer algunos beneficios nutricionales extra. ¿En qué se diferencian?

– Leche enriquecida en calcio. Es aquella que posee un contenido de calcio y vitamina D superior al de la leche tradicional, pudiendo ser entera, semidesnatada o desnatada. Es especialmente recomendable para niños, embarazadas y personas mayores, que más necesitan fortalecer sus huesos.

– Leche especial para el colesterol. Son lácteos enriquecidos con sustancias específicas para ayudar a reducir y controlar el nivel de colesterol, y puede ser consumida por toda la familia.

– Leche con fibra. Este tipo de leches presentan un aporte extra de fibras añadidas. Ayudan a mantener la regularidad intestinal asegurando la ingesta de fibra diaria necesaria. Puede ser estupenda para tomar en el desayuno si no tenemos tiempo para acompañarlo de una pieza de fruta o de zumo.

– Leche sin lactosa. A esta leche se le ha eliminado la lactosa para que resulta mucho más digestiva. Posee todas las propiedades de la leche tradicional pero sienta mejor, por lo que es ideal para personas con síntomas de intolerancia a la lactosa, o para cualquier familia con digestiones más pesadas.

– Leche de soja. La bebida de soja es una leche vegetal elaborada a partir de las habas de soja, es baja en grasas y rica en proteínas vegetales. Resulta perfecta para vegetarianos, alérgicos o intolerantes a la leche tradicional o celíacos. Es ideal para toda la familia gracias a su suave sabor y fácil digestión.

– Otras leches vegetales. Además de la leche de soja, podemos encontrar otras bebidas elaboradas con productos vegetales, como la almendra o la avena. Presentan los mismos beneficios que la leche de soja, pero con sabores diferentes. Resultan muy ligeras pero aportan gran cantidad de energía, y combinan muy bien con cereales y fruta, siendo ideales para preparar batidos caseros.

Consejos para disfrutar de la leche en casa

Hemos visto que podemos encontrar en Hipercor una amplia y variada gama de leche de todo tipo, por lo que sólo tenemos que probar y elegir nuestra leche favorita. Los lácteos son imprescindibles en una dieta saludable y gracias a la variada selección de Hipercor podemos elegir la que más se ajuste a las necesidades y gustos de nuestra familia.

Si tenemos niños o personas mayores en casa, una leche muy recomendable es la enriquecida en calcio, o si nos preocupa el colesterol, tenemos a nuestra disposición distintas variedades especiales para controlarlo. Si lo que buscamos son desayunos más ligeros, las gamas sin lactosa o las alternativas vegetales resultan ideales para empezar el día con energía y todo el sabor de la buena leche.

Podemos además combinar distintas variedades según el momento del día, por ejemplo eligiendo leche de soja o de almendras para los cereales matutinos, y opciones desnatadas ligeras para ese reconfortante vaso de leche caliente antes de ir a la cama. Todas las leches que encontramos en Hipercor son además adecuadas para cocinar, tanto para nuestros postres favoritos como el arroz con leche, o para preparar ricos platos salados, por ejemplo una crema de verduras o una salsa con queso.