Cada vez son más los consumidores que están empezando a consumir leche fortificada con proteínas. Desde el punto de vista de la salud, hoy en día, los consumidores tienen una opinión más positiva con respecto a la leche gracias a investigaciones recientes sobre los beneficios de la proteína láctea.
La proteína proveniente de múltiples fuentes y en diversos formatos juega un rol cada vez más importante porque las vidas de los consumidores se han vuelto más agitadas y movidas.
Al contener nutrientes añadidos, la leche es un vehículo natural para la fortificación con proteínas.
La moda del yogurt griego también ha contribuido al crecimiento del interés de los consumidores por los productos ricos en proteínas.
La leche fortificada con proteínas normalmente va dirigida a los miembros de las Generaciones X y Y que se preocupan por su salud y valoran beneficios como la saciedad, el control del peso, la regulación del azúcar en la sangre y la fuerza muscular.
La idea de consumir un alto volumen de proteína láctea cada día se expande más a la población en general y tiene una gran aceptación entre las personas más jóvenes y de mayor edad.
Preferencia por lo natural
En general aquellos consumidores que se preocupan más por su salud no suelen ver con buenos ojos la leche fortificada con proteínas que contiene sabores y azúcares añadidos.
A menudo se usan saborizantes para ocultar el sabor que adquiere la leche fortificada con proteínas tras pasar por el proceso de ultrapasteurización.
Para los consumidores que se preocupan más por su salud, por controlar su peso y por su rendimiento físico la la leche fortificada con proteínas es una alternativa frente a las barras de cereales o a las bebidas energéticas.