Si cuando era adolescente yo hubiera sabido de la relación que existe entre las hormonas que contiene la leche como la IGF-1 y la aparición de acné, no hubiera tomado leche como si fuera agua. Pero ahora que mi hijo comenzó a tener un severo caso de acné, me di a la tarea de investigar como combatirlo, yo me rehusaba a creer que la dieta estuviera relacionada con el acné, sin embargo una de las primeras sorpresas con las que me topé fue que la leche juega un rol muy importante en el desarrollo de acné.
Mas adelante les comparto lo que encontré, pero antes de eso solo quiero decirles que a partir del momento en que mi hijo eliminó la leche de su dieta su acné disminuyó de una manera notable, no ha desaparecido totalmente y yo creo que es porque no ha dejado de consumir alimentos procesados, principalmente aquellos que contienen azúcar, sin embargo con el simple hecho de eliminar los productos lácteos, su acné tuvo una mejora bastante significativa. Ahora si, a continuación les detallo lo que encontré. También quiero decirles que no todas las personas somos iguales, por lo que quizás haya personas que digan: «Pero yo tomé leche durante toda mi adolescencia y no tuve un problema serio de acné» , lo cual es cierto, hay a quienes ciertos alimentos les pueden afectar en su salud mientras que a otras personas no les causan problemas, así que es importante aprender a conocer nuestro cuerpo y a detectar que tipo de alimentos nos pueden estar ocasionando problemas de salud. Ahora si, continuación les comparto lo que encontré.
Desde hace más de 60 años se han publicado estudios que asocian el consumo de leche con el desarrollo de acné (1). En un estudio publicado en el «Southern Medical Journal» en 1949 se monitoreó con diarios estrictos la alimentación de casi 2000 pacientes, los investigadores encontraron que existe una relación entre el consumo de leche y el desarrollo de acné.
En otro estudio el dermatólogo Jerome Fisher, después de seguir más de 1000 pacientes por más de una década, llegó a la siguiente conclusion «”la leche es el principal villano en lo que se refiere al acné. Una discusión sobre sus investigaciones fue presentada en la revista Times en 1966.
El estudio «Harvard Nurse» s Health Study» encontró una relación positiva entre el acné y el consumo de leche entera y leche descremada, presentando la segunda una relación mayor. Sin embargo, dicho estudio ha sido criticado debido a que basa sus resultados en datos retrospectivos, es decir, a los participantes se les pidió que recordaran la dieta que llevaban cuando eran adolescentes y estos datos fueron relacionados con el reporte que dieron de el nivel de acné que desarrollaron siendo también adolescentes. Para silenciar a los críticos los investigadores de Harvard analizaron los datos de otro estudio, «Consumo de leche y acné en niñas adolescentes» (2), en dicho estudio los investigadores de Harvard aplicaron un cuestionario a un grupo de 6,000 niñas entre las edades de 9 a 15 años en el año de 1996, 3 años después les aplicaron otro cuestionario con respecto a su alimentación y a la presencia y severidad de acné. Dicho estudio publicado en el «Dermatology Online Journal (2006) mostró también una relación entre un consumo alto de leche y la presencia de acné.
Existen varios mecanismos por los que los científicos creen que la leche produce acné:
Naturalmente la leche contiene la hormona IGF-1 (Insuline Like Growth Factor), la cual como su nombre lo dice es una hormona que estimula el crecimiento, incrementando así la producción de las células de la piel, dichas células en algún momento morirán, lo que significa que habrá entonces una acumulación excesiva de células muertas en los poros haciendo que se tapen más fácilmente. La mayoría de los productores de leche ponen una leyenda en la etiqueta que dice que no tratan a sus vacas con la hormona rBST (recombinant bovine somatotropin), la cual es la versión artificial de la hormona BST (bovine somatotropin), esta hormona aumenta los niveles de IGF-1 en la sangre de la vaca para que produzcan mas leche, pero aún cuando las vacas no hayan sido tratadas con rBST, la hormona IGF-1 contenida naturalmente en la leche provoca una elevación de IGF-1 en la sangre humana. Las personas que consumen 3 o más vasos de leche al día tienen aproximadamente 10% mas IGF-1 en la sangre, que aquellas que consumen 1.5 vasos o menos (3). Esto sucede ya que existe evidencia que sugiere que la IGF-1 es absorbida directamente en las paredes intestinales, y por otro lado, la IGF-1 provoca una elevación en los niveles insulina en la sangre lo que a su vez hace que el hígado aumente la producción de nuestra propia IGF-1.
La leche no solo contiene IGF-1, sino también otras hormonas que son precursoras (hormonas a partir de las cuales se forma otra hormona) de la hormona llamada dihidrotestosterona ó DHT. La hormona DHT, al igual que la IGF-1 eleva la producción de sebo y células de la piel. La DHT hace también que la piel sea más propensa a desarrollar inflamación, lo que provoca que los comedones o barros sean mas grandes. Además de el sebo y las células muertas, existe un tercer factor responsable de la obstrucción de los poros, y es la queratina, la cual es una proteína que hace que las células de la piel se adhieran unas a otras, los científicos creen que la DHT y sus precursores incrementan los niveles de queratina, haciendo que las células muertas se peguen, evitando que se eliminen fácilmente y obstruyan el poro. Una vez que el poro esta bloqueado la oxigenación de la piel disminuye creando un ambiente ideal para el desarrollo de las bacteria del acné, conocida como P. Acnes.
Aunque técnicamente la leche es un alimento con un indice glicémico bajo, por razones no completamente claras, puede elevar marcadamente los niveles de insulina (4). El yogurt, sin embargo, no produce dicho efecto, muy probablemente debido a que el proceso de fermentación altera las proteinas y carbohidratos, macronutrientes a los que se atribuye el incremento de insulina. Un nivel alto de insulina en la sangre genera una mayor producción de la hormona IGF-1 la cual, como les dije anteriormente, estimula a las glándulas sebáceas, responsables de producir grasa, provocando que este exceso de grasa tape los poros, de hecho, la forma en la que la insulina estimula a las células que producen la grasa de la piel (sebocitos) esta directamente relacionado con la magnitud en la que se eleva la insulina asi como la cantidad de tiempo que permanece elevada.
Espero que hayan encontrado esta información útil y que hagan ustedes mismos la prueba, me encantaría leer sus comentarios al respecto.