Sensibilidad a los lácteos en los bebes lactados

Si tu bebé es sensible a los alimentos lácteos que tú consumes,

es muy poco común que el problema sea intolerancia a la lactosa.

Lo que puede estar pasando es que tu bebé sea sensitivo a la

proteína de la leche de vaca que consume la madre.

Las proteínas de la leche de vaca contienen anticuerpos

específicos para las vacas en forma de proteínas, que cuando

pasan al bebé a través de la dieta de la madre, o por suplementos

de fórmula, causan sensibilidad en el bebé con síntomas como

cólico, eczema, asma, vómitos, diarrea, sangre en la excreta,

estreñimiento, alergias en la piel, congestión nasal y/o picor

nasal.

Si tu bebé tiene sensibilidad a la leche que consumes, no hará

ningún cambio en el si cambias a una leche libre de lactosa, ya

que no es la lactosa la que es el problema, sino la proteína de la

leche. En ciertos casos el bebé es sensible a la leche de vaca

fresca, pero no a la leche que ha sido procesada, como hervida,

calentada, preparada en alimentos, etc. En ciertos casos, si el

bebé muestra sensibilidad a la leche de vaca, también puede

reaccionar a la carne de res.

Si el bebé es sensible a los lácteos, se sugiere que la madre los

elimine de su dieta. El cuerpo tarda unas tres semanas en

eliminar la proteína de la leche de vaca del sistema de la

madre»¦así que es normal poder ver resultados de alivio al bebé

en unas tres semanas.

Las fuentes de lácteo principales son la leche, la crema de leche, el

yogurt, la mantequilla, el queso, la crema agria (sour cream), el

mantecado, y el «cottage cheese». En ciertos casos, si hay una

intolerancia a la proteína más marcada, entonces hay que leer las

etiquetas de todos los productos para detectar si hay lácteos

escondidos en el producto.

En la mayoría de los casos, luego de que la madre elimina los

lácteos por varios meses, puede esta volverlos a re-introducir en

su dieta sin ningún problema. La mayoría de los bebés

sobrepasan su sensibilidad a los lácteos entre los seis a dieciocho