Quesos frescos, los más recomendados

Los quesos frescos se obtienen en la industria alimentaria a partir de leche pasteurizada de vaca mayoritariamente, pero también de cabra y oveja, a través de los siguientes procesos:

Coagulación ácida: empleando cultivos de bacterias ácidas. A ciertos quesos también se les añade algo de cuajo y es la única transformación microbiana que tienen durante todo el proceso.

Escurrido: tras unas horas de incubación a 25-30 º C, se forma la cuajada y se los escurre de manera suave aproximadamente una hora o incluso menos, dejando así mucha parte del suero.

No se prensan

No se maduran

Realizado el proceso, se obtiene un queso de color blanco puro, de consistencia cremosa, gusto suave y su conservación está limitada a unos días en la nevera.

Queso fresco blando

¿Por qué son los más saludables?

Por no estar sometidos al periodo de maduración

Por tener menos contenido en grasas

Por aportar menos sodio (sal)

Porque son apropiados para personas que padecen trastornos cardíacos y arteriosclerosis

Diferentes tipos de quesos frescos y sus características

Queso Cottage: es un queso muy consumido en Estados Unidos desde hace más de 100 años. Se elabora a partir de leche desnatada o semidesnatada, a la que se le agrega un cultivo de estreptococos y una bacteria llamada leuconostoc, la que le proporciona ese sabor tan suave que lo caracteriza.

Es de aspecto granulado, ideal para preparaciones dulces o saladas, de bajo aporte en grasas y alto contenido en proteínas, por lo que es adecuado para dietas de adelgazamiento.

Proporciona cada 100 gramos:

calorías: 120

grasas: 4 gramos

proteínas: 14 gramos

Queso de Burgos: es el queso fresco de España, elaborado a partir de leche de oveja, cuajo y sal. También existe la variante sin sal, adaptada a personas que no puedan consumir sal.

Es un queso suave, tierno y fácil de digerir. Al estar elaborado a partir de la leche de oveja tiene un alto contenido en CLA (ácido linoleico conjugado).

Proporciona cada 100 gramos:

calorías: 100

grasas: 7 gramos

proteínas: 7 gramos

La variante desnatada contiene menos grasa aún.

Requesón o queso de suero: como su nombre lo indica se elabora a partir del suero que se desecha en la elaboración de los demás quesos. Su proceso es calentar el suero a 90 º C, produciendo precipitación de sus proteínas (las del suero), y así se forma una masa sólida que es el requesón.

Proporciona cada 100 gramos:

calorías: 160

grasas: 5-6 gramos

proteínas: 20 gramos de proteínas de alto valor biológico.

Queso Petit Suisse: este queso fresco de origen francés tiene agregados de nata y azúcar, además de saborizantes y colorantes, resultando más atractivo y apetecible, pero menos saludable. Tiene una textura suave y cremosa.

Proporciona cada 100 gramos:

calorías: 165

grasas: 8,5 gramos

proteínas: 7 gramos

Queso Quark: es el queso fresco más consumido en Alemania, de consistencia cremosa y sabor algo ácido.

Se elabora a partir de leche de vaca desnatada, por lo que es el queso fresco que menos grasas y calorías aporta.

La coagulación ácida dura aproximadamente entre 6 y 12 horas con un cultivo a base de Streptococcus cremoris.

El consumo de queso quark es muy aconsejado para dietas bajas en calorías.

Proporciona cada 100 gramos:

calorías: 65

grasas: 1-3 gramos

proteínas: 4 gramos

Las ventajas de consumir quesos blandos

Alto aporte de minerales, entre ellos el calcio y fósforo.

Son ricos en proteínas y aminoácidos.

Muy digeribles.

Su contenido calórico y de sodio es menor que el de los quesos curados.

Sus proteínas pueden reemplazar a las de las carnes y huevos.

Siendo los quesos frescos una excelente fuente de nutrientes saludables, debemos elegirlos e incorporarlos a nuestra alimentación diaria.