Recetas para preparar Quesos Saludables

No todos los quesos tienen beneficios en el cuerpo. Por lo general, la mayoría de los quesos industriales (los que venden en los grandes almacenes), contienen mucha sal, grasas nocivas y aditivos químicos y bacterias dañinas que los convierten en un producto realmente nocivo para la salud. Este tipo de quesos ocasionan muchas toxinas y depósitos de grasa en el cuerpo, además de que, al contener mucha sal (sodio), resecan la piel, las mucosas y dañan al hígado y otros órganos internos.

Los quesos más saludables son sin duda los quesos vegetales como el tofu, aunque también los quesos frescos como el requesón o los elaborados a mano sin aditivos ni tanta sal, o los desnatados, son recomendados. En esta ocasión te damos 5 recetas para preparar 5 tipos de quesos muy sanos con los que sin duda puedes sustituir los quesos convencionales.

Queso de sésamo

Ingredientes

• ½ taza de sesame «Tahini» (mantequilla de sésamo)

• ¼ taza de jugo de limón amarillo

• 4 cucharadas de levadura nutricional

• ½ taza de pimiento rojo picado

• 1 ½ cucharadita de sal

• 1 cucharadita de polvo de cebolla o 1 cebolla pequeñita picada

• ½ cucharadita de polvo de ajo o 1 diente y medio de ajo fresco

• 5 cucharadas de Agar/Agar disuelta en ½ taza de agua fría.

Preparación

En la licuadora coloque ½ taza de agua caliente adicional. Añada todos los demás ingredientes. Deje licuar hasta que todo se ponga cremoso. Coloque la crema en un molde, luego en la nevera. Se puede usar un molde pequeño de hacer pan. Cuando ya este duro puede cortarlo en pedazos y usarlo en su dieta.

Queso de agar agar

Ingredientes

• 1 taza de agua y 1 taza de Agar/Agar (Unir y hervir por 1 -3 minutos)

• 1 ¼ taza de agua bien caliente

• 2 tazas de semillas de cajuil crudas sin sal (raw cashews)

• ¼ taza de levadura nutricional

• 1 cucharadita de sal

• 2 cucharaditas de polvo de cebolla o 1 cebolla pequeñita picada

• 1/8 cucharadita de polvo de ajo o 1 a 2 dientes de ajo fresco

• ½ taza de jugo de limón Amarillo

• ¾ taza de pimiento rojo picado

Preparación

1. Licuar en el agua caliente las semillas de cajuil, cebolla, ajo y pimiento, luego añadir al Agar/Agar. Dejar que se enfríe un poco. Añadir los demás ingredientes mientras lo mueve y se convierte en una crema consistente. Se coloca en un molde de pan y se cubre antes de colocarlo en el refrigerador.

Queso de cabra casero a las hierbas

Ingredientes

• Queso de Cabra (ver receta debajo), 300 gramos

• Ajedrea: un pellizco de cinco.

• Ruda: un par de hojas (prohibidas en el caso de embarazadas).

• Cilantro: un par de hojas ( en el supuesto de no tener, se puede sustituir por perejil).

• Cebollinos: una cucharadita, picados.

• Hoja de lechuga: una (opcional y sin tallo, sirve fundamentalmente como nota de color).

• Poleo: un pellizco de cinco.

• Tomillo: un pellizco de cinco.

• Menta: un pellizco de cinco.

• Apio: un tallo.

• Aceite de oliva: media cucharada.

• Vinagre: una cucharada.

Preparación

1. Mezclad las hierbas con el queso en una batidora, o si tenéis ganas, en un mortero.

2. Cuando ya están mezclados los ingredientes, se añade el aceite gota a gota, como si fuera una mayonesa, a la vez que se va moviendo el queso.

3. Por último, se agrega el vinagre, y un poco de pimienta negra molida.

4. Ha de quedar como una pasta suave y fácil de extender.

Queso fresco casero

Ingredientes

• 2 a 3 litros de leche.

• Unas gotas de cuajo líquido o de zumo de limón.

Procedimiento:

1. Pasteurizamos la leche de cabra cociéndola a una temperatura de 70 grados centígrados durante 30 minutos.

2. Dejar enfriar hasta que llegue a una temperatura entre 36 y 40 grados centígrados.

3. Añadir entonces unas gotas de cuajo líquido o de zumo de limón y removemos para que se mezcle bien.

4. Volvemos a dejar reposar unos 30 minutos y disponemos un paño de muselina u otro tejido similar. Dispón este paño sobre un colador y vierte la cuajada repartida, seguidamente, ata las cuatro puntas del paño y cuélgalo para que escurra bien, poniendo un cubo debajo durante unas 3 horas. De vez en cuando, presiona con los dedos el paño ligeramente.

5. Desatar las puntas del paño y colocar el queso en un plato listo para ser comido (también puedes ponerlo antes en un molde para que coja una forma bonita). El queso fresco puedes acompañarlo con miel, hierbas aromáticas, etc. No es nada difícil elaborar queso fresco en tu casa, quizá lo más difícil es conseguir la leche fresca, pero podrás disfrutar de un delicioso queso hecho por ti.

Queso de cabra casero

Ingredientes

(para un queso de 1 kg).

• 5 litros de leche de cabra.

• Cuajo (ver detalle).

• 1 cucharadita de sal fina

• ½ kg. de sal gruesa.

Utensilios:

• Una olla grande (de más de 5 l.) antiadherente.

• 1 gasa de algodón perfectamente limpia de aproximadamente 50×50.

• 1 termómetro que alcance un mínimo de 65 ºC.

• 1 colador grande.

• 1 colador pequeño.

• Una cucharita.

• 1 cuchillo afilado.

Elaboración

1. Antes de empezar limpia perfectamente el lugar de trabajo, los utensilios a utilizar y las manos, claro.

2. Colar entonces la leche sobre la olla (este paso es importante pues, sea el ordeño a mano o sea con ordeñadora, lo normal es que la leche tenga algún pelo de cabra), y encendemos el fuego, flojo (para evitar que se pegue la leche y se pase de temperatura) y pasteurizamos manteniendo la leche a 65 º durante 30 minutos. Pasteurizar la leche es importante para asegurarnos que eliminamos riesgos, al mantener la leche a cierta temperatura durante cierto tiempo, hacemos incomoda la vida a ciertas bacterias y microorganismos patógenos, como los que provocan la temida brucelosis. Sin embargo si los animales llevan un exhaustivo control veterinario, no consumen antibióticos y son de total garantía, no es necesario pasteurizar. De manera que a la mínima duda, pasteurizamos y evitamos así riesgos innecesarios. Una vez pasteurizada la leche, debemos bajarla de temperatura, solo hay que esperar, a 30 ºC, en ese momento añadimos el cuajo.

3. Existen varias formas de cuajar la leche. Nosotros vamos a hacer una fermentación enzimática, mediante la adición de dos enzimas pepsina y quimosina, que actúan sobre la caseína o proteína de la leche precipitándola, dando lugar a la cuajada. Para ello vamos a utilizar cuajo. El cuajo es enzima renina extraída del cuarto estómago de rumiantes lactantes, sin embargo y dada la demanda, existen en el mercado cuajos procesados comercialmente, tanto de origen animal como de origen vegetal, así como microbiano, yo voy a utilizar cuajo líquido.

4. Una vez la leche a 30 ºC, añadimos el cuajo en la proporción que indique el fabricante, el que yo utilizo viene a 1:10.000, esto quiere decir que con 1 l de cuajo puedo cuajar 10.000 litros de leche, en casa podéis utilizar cuajo en polvo, de venta en farmacias y calcular la proporción que debéis añadir en función de la leche que tengáis (para 5 l. la puntita de una cucharilla de café). El cuajo en polvo antes de utilizarlo se disuelve en un vasito de agua con 1 cucharadita de sal fina, para 5 l. de leche. Añadimos entonces el cuajo a la leche y movemos, con mucho cariño, dejamos reposar, manteniendo la temperatura, aproximadamente 35-40 minutos, momento en el cual, veremos cómo sobre la superficie de la olla se cubre con un líquido amarillo-verdoso, el suero, y bajo el se forma la cuajada.

5. Es el momento de cortar la cuajada, para ello se utiliza la lira, pero nosotros en casa podemos utilizar un cuchillo de hoja larga y afilada,( como veis yo prefiero utilizar las manos, es un verdadero placer meter las manos en la olla de la cuajada, caliente, tierna al tacto, aromática, y romperla con mucha suavidad y notar como cede al contacto con tus dedos»¦ una experiencia), cortamos la cuajada formando cuadrículas y movemos la olla en un ligero vaivén, durante 10 minutos, esto ayuda al desuerado de la cuajada.

6. Ahora preparamos el colador cubierto con la gasa, sobre un barreño y, con ayuda del colador pequeño, vamos sacando la cuajada sobre la gasa. Dejamos escurrir la cuajada unos minutos, tras los cuales, cogiendo los extremos de la gasa, haremos una especie de hatillo, estrujándolo, forzando así a la salida del suero.

7. Ponemos un peso encima y dejamos desuerar un par de horas. Pasado ese tiempo, sacamos el queso de la gasa y lo depositamos en la salmuera que habremos hecho con la sal disuelta en agua, mantenemos en la salmuera 1 hora, sacamos y conservamos en frío.

El queso fresco de cabra tiene multitud de propiedades beneficiosas para nuestra salud, está cargado de vitaminas y minerales, es un buen aporte de proteínas y tiene muy bajo contenido graso. Es de muy fácil digestión, por lo que resulta un alimento idóneo para personas con problemas digestivos, niños y ancianos. Es importante consumir el queso fresco en los 2 siguientes días a su elaboración, manteniéndolo en todo momento en el frigorífico.