COMO HACER YOGURES CASEROS CON LECHE SIN LACTOSA

Hace ya un tiempo os enseñamos a preparar un delicioso flan de turrón con leche sin lactosa. En esta ocasión queremos mostraros cómo hacer yogur en casa con leche sin lactosa, aptos para todos los miembros de la familia sean o no intolerantes a la lactosa

Cómo sabes la lactosa es el azúcar natural de la leche. Una sustancia que no a todas las personas les sienta bien, produciéndolas una molesta intolerancia a la leche y productos lácteos.

Para todas estas personas hay disponible en el mercado productos lácteos sin lactosa como leche o nata sin lactosa, entre otros, como es la leche sin lactosa de Central Lechera Asturiana. Producto que hemos empleado para hacer nuestros propios yogures caseros sin lactosa.

yogur casero sin lactosa

Para hacer yogures caseros sin lactosa podemos emplear la «clásica» yogurtera, o bien nuestro horno. Este electrodoméstico es el que hemos utilizado para hacer nuestros yogures caseros sin lactosa. Un yogur que sólo necesita dos ingredientes para su elaboración: leche y Lactobacilos o bacterias del ácido láctico. ¿Y que son los Lactobacilos o bacterias del ácido láctico?, te preguntarás. Estas bacterias son las que harán el «milagro» de convertir la leche en yogur.

¿Dónde puedo conseguir Lactobacilos o bacterias del ácido láctico?, pues en farmacias o bien, y lo más fácil, es usar un yogur natural que nos servirá, a modo de «masa madre», para hacer nuestros yogures naturales caseros sin lactosa.

Ingredientes para hacer yogures caseros sin lactosa:

1 litro de leche sin lactosa Central Lechera Asturiana

1 yogur natural entero (elaborado sin leche en polvo)

Tarros de barro o cristal con tapa

yogur casero sin yogurtera

Como hacer yogures caseros con leche sin lactosa

Vertemos la leche sin lactosa en un cazo y la llevamos a fuego medio. Calentamos hasta alcanzar 45 º, si no tienes termómetro de cocina basta con que introduzcas un dedo en la leche y no te quemes, aunque tampoco tiene que estar tibia, más bien templada.

Añadimos el yogur y mezclamos bien con la ayuda de unas varillas o tenedor.

Mientras preparamos el yogur, metemos los tarros de cristal en el horno a 50 º de temperatura. Cuando el horno llegue a esta temperatura, le apagamos.

Sacamos los tarros y rellenamos con la mezcla anterior.

Ponemos la tapa en cada tarro y cerramos.

Colocamos los tarros en una bandeja y cubrimos con paños o una manta (de esas finas), con la intención de mantener la temperatura más estable y durante más tiempo de los tarros en el horno. Esta temperatura deberá estar en torno a los 45 º, si es mayor las bacterias podrían morir sin hacer su función.

Introducimos la bandeja en el horno, que todavía seguirá caliente, y dejamos que se haga el «milagro» de convertir la leche en yogur toda la noche o un mínimo de 5 horas.

Pasado el tiempo sacamos los tarros del horno, quitamos los paños o manta y, cuando estén a temperatura ambiente, les guardamos en la nevera durante unas horas antes de su consumo.