Deliciosas recetas para una dieta rica en lácteos

Cuando quieres preparar una tarta o cualquier dulce nos complicamos con recetas complejas y poco fáciles de hacer. Cuántos más ingredientes y pasos hay, parece que el plato resultante será más delicioso. En realidad, nada de esto es cierto, sino más bien todo lo contrario. En caso de que creas que esto es un error, y además te apetezca apostar por poner más lácteos en tu dieta, te va a gustar lo que te proponemos hoy. A continuación te mostramos unas recetas muy fáciles que se pueden hacer con leche y con ingredientes que todos tenemos a mano en nuestra cocina.

Una alimentación rica en lácteos, sobre todo si estos no te causan ningún problema ni eres intolerante a la lactosa, resulta muy saludable. Los lácteos te aseguran la ingesata adecuada de proteínas, vitaminas y minerales tan esenciales como puede ser el calcio. Pero es que además, te permiten preparar una gran cantidad de recetas realmente deliciosas para disfrutar con familiares y amigos. ¿Quieres descubrirlas?

Un arroz con leche muy fácil

Ingredientes:

2 litros de leche

220 gr de arroz

300 gr de azúcar

1 ramita de canela

Corteza de limón

Canela en polvo

Preparación:

Ponemos a hervir la leche con el palo de canela y la corteza de limón. Cuando hierva echamos el arroz y revolvemos para que no se pegue. Tardará aproximadamente 20 minutos. A continuación añadimos el azúcar y dejamos que vuelva a hervir. Sacamos la ramita de canela y la corteza de limón y dejamos reposar en un bol espolvoreado con canela. Después, puedes empezar a disfrutarlo.

Un flan para chuparse los dedos

Ingredientes:

1 taza de azúcar

1 lata de leche condensada de 400gr

1 lata de leche evaporada

4 huevos

1 cucharadita de vainilla

Preparación:

Coloca el azúcar en un cazo y llévalo a fuego medio hasta que se derrita y tome un color tostado como el caramelo. Echalo en un molde de hornear y procura que se extienda por todo el molde. Mezcla la leche condensada, la leche evaporada, los huevos y la vainilla con la batidora. Ahora, vierte la mezcla en el molde y tápalo con papel de aluminio. Introduce este molde en uno más grande con agua y hornea a 180 º durante 1 hora y 20 minutos. Cuando esté cuajado retira el flan del horno y déjalo enfriar unas horas. Con cuidado, da la vuelta al molde y coloca el flan sobre una bandeja. ¡Ya lo tienes listo para comer!

Un pudín de vainilla muy aromático

Ingredientes:

2 1/2 tazas de leche

1/3 taza de azúcar

1 pizca de sal

2 yemas de huevo

3 cucharadas de maicena

1/4 de esencia de vainilla

1 vaina de vainilla

Preparación:

Colocamos en una olla las 2 tazas de leche, la vaina de vainilla y la esencia de vainilla y la sal y ponemos a hervir. En un bol aparte mezcla la leche restante, el azúcar y la maicena. Retira de la mezcla anterior la vaina de vainilla y añade la mezcla de yemas, azúcar y maicena hasta que los ingredientes estén bien mezclados. Se puede servir en frío o en caliente, pero si es en frío déjala reposar al menos dos horas en la nevera para que esté bien fresquito. ¡A comer se ha dicho!

Helado de leche muy fresquito

Ingredientes:

3/4 litro de leche

1 huevo batido

4 cucharadas de azúcar

1 ramita de canela

1 chorrito de coñac

Preparación:

Pon la leche en una olla y añade el azúcar y la canela y revuelve todo. Cuando empiece a hervir añade el huevo y el coñac y continua revolviendo. Deja que hierva por unos minutos y luego apaga. Déjalo que enfríe y cuando lo haga mételo en el congelador. En unas 6 horas deberías de poder tener la mezcla casi lista, aunque tendrás que quitar el hielo y volver a congelar para poder disfrutar de un helado mucho más cremoso.

Con cualquiera de estos postres puedes conseguir una receta en la que los lácteos son los protagonistas y, además, lograrás un gran resultado para tus comensales. Además, muchos de ellos son de esos que encantan a los más pequeños de la casa. Y teniendo en cuenta que los dulces que comen a veces no son demasiado recomendables para su salud, creo que siempre está bien poder hacer platos caseros por los que se peleen para comer el último trozo asegurándote de que son adecuados para su alimentación. ¿No te parece?