Ya sé que llevo tiempo sin escribir pero he tenido una semana muy intensa y hoy, por fin, me siento con fuerzas de hablaros de esta maravilla de la Ciencia: el yogur griego.
¿A quién no le gusta este manjar? ¡A mí me encanta! No sólo por su sabor y textura cremosa si no porque además es una opción muy saludable que además podemos introducir en platos salados o dulces, como alternativa a salsas o para tomarlo solo!
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Yogur griego natural de Mercadona
Yo compro el de Mercadona porque es barato, está buenísimo y tiene las mismas propiedades que otro yogur griego. ¿Qué propiedades son estas?
La principal diferencia entre el yogur griego y el normal es que en el griego se filtra el suero líquido y hace que tenga una textura mucho más cremosa y espesa que tanto nos encanta. Aunque este proceso genera un inconveniente: pierde calcio. En este sentido el yogur normal tiene más calcio que el griego, por eso hay gente que se lo añade en polvo.
Aun así el yogur griego no queda exento de porcentaje de calcio, de un 34% que tiene el yogur normal el griego se queda en un 27% aproximadamente, es decir, a no ser que tengamos algún déficit de calcio, el yogur griego cubre esta necesidad perfectamente.
BENEFICIOS DEL YOGUR GRIEGO
Bueno, y os preguntaréis ¿por qué está tan de moda este alimento y lo consume tanto la gente «sana»? Pues aquí os doy unos pequeños apuntes:
Tiene muchas más proteínas que el yogur normal. Esto es muy beneficioso sobre todo para las que hacemos deporte y queremos ganar masa muscular ya que la proteína ayuda a aumentar y regenerar el músculo, así que es muy bueno tomarlo después del entrenamiento.
¡Pero no os preocupéis! También tiene beneficios para las que queréis bajar de peso ya que contiene muy pocos carbohidratos, además al contener mucha proteína sacia mucho más que un yogur normal, te sentirás más llena y evitarás picotear entre horas.
Tiene mucho más sabor que el yogur normal. Sé que algunas pensaréis que solo está asqueroso ya que tiene un sabor algo agridulce, pero chicas, ¡esto también es una ventaja! De esta manera podemos darle muchos usos culinarios. Ahí van algunas ideas (algún día cocino un platazo de estos y lo cuelgo para que lo veáis):
USOS CULINARIOS
Como sustitutivo de la mayonesa o del queso en crema: Sí, como lo oís, esta es una alternativa mucho más saludable y os aseguro que vuestros sándwich quedarán igual de buenos. Como dato deciros que mientras que una cucharada de mayonesa contiene 11 gramos, una de yogur griego sólo tiene 1 gramo!
Como condimento para ensaladas: En lugar de utilizar los típicos aderezos cremosos envasados que son mucho menos saludables, puedes preparar por ejemplo una taza de yogur griego con el zumo de un limón y las especias que más te gusten. Obtendrás la misma consistencia pero con mucha menos grasa.
Para dar consistencia a las salsas: ¿A que muchas veces utilizáis queso para espesar vuestras salsas y darles más sabor antes de añadírselas a la pasta? Aquí tenéis una alternativa mucho más saludable y os aseguro que queda rico rico.
Hay muchas variaciones nuevas en el mercado adaptadas a todos los gustos: de sabores, con frutas, con muesli, desnatados, azucarados o sin azúcar.
¡Un apunte! Pinchando en las palabras marcadas en rosa encontraréis enlaces de recetas para utilizar vuestro yogur en multitud de platos. También pulsando aquí podréis encontrar la manera de fabricar yogur griego vosotras mismas. ¡A cocinar!
MI CONSEJO
Yo personalmente lo suelo tomar en la merienda, después del entrenamiento para saciarme antes de la cena y para recuperar músculo.
Lo tomo natural y sin azúcar, no porque me preocupen en absoluto las calorías si no porque las cosas demasiado dulces me empalagan mucho y prefiero añadirle la cantidad justa de azúcar que a mí me gusta.
Muchas otras veces lo tomo con miel y le añado frutas, cereales o frutos secos. Me gusta comprarlo natural porque prefiero añadirle la fruta fresca y productos que tengamos en casa ya que los añaden en los supermercados suelen contener muchos más azúcares y hacen que el producto sea mucho menos saludable.
Ya sabéis, siempre son mucho mejores los productos frescos que preparamos nosotros en casa: Tardamos más tiempo sí, pero nos aseguramos una alimentación mucho más natural y saludable.