El yogurt es un alimento milenario obtenido a través de la fermentación de la leche. Es rico en proteínas, vitaminas, calcio, fósforo y otros minerales. Su contenido de lactosa, carbohidrato propio de los alimentos lácteos se encuentra en menor porcentaje que en la leche, debido a la acción de las bacterias lácticas durante la fermentación, proceso mediante el cual se producen además incrementos en los niveles de ciertas vitaminas de la leche, tales como la tiamina, riboflavina, piridoxina, niacina y, sobre todo, de ácido fólico.
El extracto de yogurt se obtiene a partir de la leche desnatada fermentada. Es usado como principio activo en formulaciones cosméticas gracias a su actividad acondicionadora de la piel, como estimulante de la regeneración celular y su actividad vitamínica y mineralizante.
En cuanto a su actividad acondicionadora de la piel, podemos decir que posee proteínas de bajo peso molecular, por lo tanto penetran en las capas más profundas de la piel y ejercen un efecto hidratante. También encontramos en su composición proteínas de alto peso molecular, las cuales crean una película protectora que acondiciona y reafirma la piel. Encontramos vitaminas en el yogurt que ejercen efectos tanto antioxidantes como de renovación celular. La presencia de carbohidratos ayuda a absorber y retener el agua de la piel.
Decimos que promueve la regeneración celular ya que los AHA o alfa-hidroxiácidos contenidos en el yogurt promueven la descamación normal y la queratinización, además son antioxidantes e hidratantes.
Por ser un producto rico en vitaminas y minerales promueve el equilibrio natural de la piel, la fortalece, mejora sus capacidades protectoras y disminuye las señales más tempranas del envejecimiento.
Actualmente utilizamos este maravilloso ingrediente activo en nuestra línea emoliente – reafirmarte MORA YOGURT, la cual consta de un gel de baño espumoso, un gel de baño humectante y la crema para manos y cuerpo.