La legislación es muy severa con los ganaderos que traten de comercializar su leche con presencia de antibióticos (inhibidores). En el caso de células y gérmenes prohíbe la comercialización (salvo destinos excepcionales) pero en el caso de los inhibidores los expedientes sancionadores además de no poder comercializarse la leche para ningún uso, está regulada una infracción leve con multa de 3.000 euros (1.500 si la explotación es de menos de 10 vacas y no es reincidente). En el caso de que el ganadero no disponga de receta veterinaria del antibiótico detectado será sancionado con otros 3.000 euros más.