Fue especialmente pensada para pequeños productores de vacas y cabras. Puede producir leche descremada y crema, lo que abre nuevas opciones de consumo más accesibles para la sociedad.Pasteurar es una máquina integral que no sólo podría contribuir a la seguridad alimentaria. También podría favorecer el desarrollo de las economías locales y facilitar la integración de zonas subdesarrolladas a la actividad productiva.
Como parte de su trabajo de tesis, un grupo de diseñadores industriales de la Universidad Nacional de Córdoba creó una máquina integral totalmente innovadora para la industria láctea. Se trata de Pasteurar, un equipo capaz de ordeñar, pasteurizar y desnatar leche de bovinos y caprinos a pequeña y mediana escala.
«Para realizar la tesis, estudiamos un caso de la provincia de Misiones, donde gran parte de la población sufre de enfermedades zoonóticas, ya sea tuberculosis o brucelosis, debido a que intercambian y consumen leche cruda en los sistemas de Feria Franca», recordó Gonzalo Mendiara, uno de los diseñadores industriales que ideó la máquina y que actualmente impulsa el proyecto junto al licenciado en Comercio Internacional Adrián Venturucci.
«Fue así como nació la idea de desarrollar un equipo acorde para que pequeños productores puedan producir y comercializar productos con valor agregado y, sobre todo, seguros para el consumo», agregó el joven diseñador.
Si bien hasta el momento existen en el mercado distintas máquinas que ordeñan, pasteurizan y desnatan, todas lo hacen por separado. Esta sería la primera máquina capaz de integrar todas esas funciones en un solo equipo, lo que permitiría a los pequeños productores acceder a esas tecnologías e incrementar el valor agregado de su producción.
En este sentido, Mendiara aseguró que uno de los principales beneficios de está máquina es que reduce la cadena de intermediarios: «al ordeñar, pasteurizar la leche y desnatarla en forma integral, se puede producir tanto crema como leche descremada. Posteriormente, estos productos se envasan en forma manual y el mismo productor puede comercializarlos directamente con los puntos de venta, suprimiendo la cantidad de intermediarios dentro de la cadena de comercialización».
Esto generaría, al menos, dos impactos socio-económicos positivos: por un lado, el aumento de los ingresos para el productor, posibilitando la reinversión y el desarrollo del sector; y por otro lado, la disminución del costo por litro para los consumidores.
Además, el uso de esta máquina por parte de pequeños productores podría permitir la inserción de nuevos productos regionales en el mercado, aumentando la oferta y descentralizándola de las empresas monopólicas que lideran el rubro. «La idea -comentó Mendiara- es que cooperativas o pequeñas localidades de la región puedan adquirir varias máquinas y producir mil litros de leche por día, por ejemplo, generando así un producto regional que se pueda comercializar a un precio mayor que la leche cruda».
Actualmente, los impulsores de Pasteurar están buscando fuentes de financiamiento para poder desarrollar el primer prototipo. «Nosotros esperamos tenerlo listo para el mes de mayo -afirmó Mendiara-, pero todavía estamos buscando fondos para poder construirlo».
«Este primer prototipo va a estar compuesto por dos cubas de acero inoxidable donde se produce la pasteurización. De esta forma, vamos a poder contemplar cómo funciona esta etapa, el desnatado y toda la parte electrónica», explicó Mendiara, que además aclaró que la parte de ordeñe será considerada más adelante, una vez superadas estas primeras pruebas.
En forma paralela a la construcción del prototipo, Mendiara y su compañero ya han iniciado el trámite para registrar los derechos de autor y la patente de invención de Pasteurar.
Si bien aún faltan muchos pasos hasta que este desarrollo se consolide como producto, «ya hay pequeños productores interesados en comprar la máquina», contó Mendiara entusiasmado. «En las distintas exposiciones en las que presentamos el proyecto, nos hemos dado cuenta que realmente existe la necesidad en los pequeños productores de un desarrollo de este tipo. Además, se trata de una tecnología que no es costosa. Estimamos que el precio podría rondar entre 25 y 30 mil pesos», afirmó el diseñador industrial.