Asturias posee en su territorio una de las mayores manchas queseras de Europa. Las variedades oficializadas alcanzan la veintena: Los Beyos, La Peña, Porrúa, Peñamellera, Taramundi, Buelles, Valle del Narcea, Panes, Caso, Ovín, Afuega’l pitu, Pría, Valdesano, Varé, Los Oscos, Vidiago, Gamoneú, Cabrales y La Peral, todos ellos de calidad artesanal, aunque el número de quesos identificados con nombre sobrepasa los cuarenta. Cuatro de ellos, Cabrales, Gamonéu, Afuega’l pitu y Casín cuentan con Denominación de Origen Protegida, DOP. En su elaboración intervienen leches de vaca, oveja o cabra, solas o mezcladas entre sí. Los tipos de queso resultantes son muy variados, desde suaves y cremosos hasta fuertes y picantes, ahumados, frescos, de pasta dura, blanda o veteada, etc.
El Cabrales posiblemente sea el máximo exponente de la gastronomía asturiana, junto con la sidra y la fabada. Cuenta con DOP desde el año 1981 y es un queso de forma cilíndrica, fuerte sabor y olor, de pasta azul, elaborado a base de leche de vaca, cabra y oveja, y madurado en cuevas, con un sabor característico ligeramente picante.
El queso de Gamonéu cuenta con DOP desde al año 2003 y tiene un sabor ligeramente picante, mantecoso con un regusto a avellana.
El queso de Afuega’l pitu cuenta con DOP desde el año 2003. De forma troncocónica y color entre blanco y amarillento, su sabor es ligeramente ácido, poco o nada salado, cremoso y bastante seco y astringente. En algunos casos se le añade pimentón el cual aporta un color rojizo característico. Su sabor es más fuerte y picante.
El queso Casín, uno de los más antiguos de Asturias, obtuvo la DOP en 2006. Se elabora a partir de leche de vaca o con mezcla de ésta con leche de oveja y cabra, utilizando una peculiar técnica de amasado de la cuajada: se amasa varias veces y siempre una sola vez por semana, coincidiendo la última con luna menguante. De aroma potente y punzante, su sabor es fuerte, persistente, picante y ligeramente amargo al final de la boca. Su forma es cilíndrica-discoidal irregular, tiene color amarillo cremoso oscuro, casi pardo, con unas tonalidades blanquecinas y se presenta con una o las dos caras grabadas con distintos motivos ornamentales o el nombre del elaborador.
Junto a esta industria quesera tradicional en nuestra región, ha aparecido, de la mano de multinacionales en muchos casos, una gran industria de derivados lácteos como son la mantequilla, la leche en polvo, el yogourt y toda clase de postres, junto con otros quesos de elaboración industrial.