El Calostro y la Prueba de Antibióticos en las Vacas Secas

Introducción

Con frecuencia que considera al calostro como el «alimento perfecto» para los becerros recién

nacidos, pues no cabe duda que contiene inmunoglobulinas para protegerlos contra las

enfermedades que los acechan en el ambiente, así como proteínas, grasa, vitaminas y minerales

que el recién nacido necesita para establecer la homeostasis y para crecer. Sin embargo, es

importante recordar que el calostro tal vez no tenga la calidad necesaria para alimentar a los

becerros. El calostro es una proteína animal que «“al igual que otras proteínas de origen animal»“

se debe manejar y procesar para reducir al mínimo el riesgo de contaminación, incluyendo la

microbiológica, la presencia de residuos de antibióticos y la de productos exógenos (moscas,

excremento, etc.). Un articulo que publicó recientemente la Dra. Sheila Andrew de la

Universidad de Connecticut (Journal of Dairy Science, 2001, 84:100-106) indica que la calidad

del calostro es supremamente variable y que el manejo durante el período seco puede afectar

dicha calidad.

La Dra. Andrew evaluó el grado de contaminación del calostro recolectado de las vacas de la

operación lechera de la universidad y de otra explotación que cooperó. Se obtuvo calostro y

leche de transición de las vaquillas de primer parto y se probó para determinar la presencia de

patógenos causantes de mastitis, su composición (incluyendo IgG) y la contaminación con

antibióticos usando diferentes pruebas generales disponibles comercialmente, para realización al

pie del animal. Se usaron las vaquillas por que no habían recibido tratamientos previos para

vacas secas, por lo que cualquier resultado positivo a antibióticos se podría deber a factores

distintos a la presencia de antibióticos en el calostro.

Resultados. El cuadro muestra la

composición del calostro

muestreado durante el estudio. Las

cantidades de grasa y proteína

fueron muy superiores a lo que se

encuentra normalmente en la

leche, lo cual es típico de la

composición del calostro, pues al

ser muy superior en grasa y

proteína, sirve como fuente de

nutrimentos para el becerro.

El conteo de células somáticas del

Calf Notes.com © 2001, por: Dr. Jim Quigley Página 2

Escrito por el Dr. Jim Quigley (24 de junio de 2001).

©2001 por: Dr. Jim Quigley

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calostro fue dramáticamente superior al de la leche. La media de este parámetro (SCC) fue 2.46

millones/ml lo cual es muy superior a lo permitido en la leche normal. Desde luego, el calostro

contiene una gran cantidad de células inmunitarias que pueden proporcionar cierta protección

adicional al becerro. Por lo tanto un conteo elevado de células somáticas no se debe considerar

necesariamente como problema. Por otra parte, si dicho conteo se eleva a causa de una infección

intramamaria, entonces sí constituye un problema. Desgraciadamente, no es muy fácil

determinar la diferencia entre una elevación en el conteo de células somáticas por mastitis (lo

cual no sería saludable para el becerro) y una elevación normal en este parámetro. Es importante

no alimentar a los becerros con el calostro de vacas aparentemente infectadas lo cual se

determina por la presencia de sangre, grumos o tolondrones.

La concentración media de IgG fue de 32.1 g/l, lo cual es particularmente interesante, porque

muchos profesionales lecheros han concluido que es necesario administrar cuando menos de 150

a 200 gramos de IgG dentro de las primeras 24 horas, y cuando menos 100 gramos de dicha

inmunoglobulina en la primera alimentación. Si aplicamos esta regla al calostro recolectado en el

presente estudio, los becerros tendrían que consumir entre 4.7 y 6.2 litros de calostro en las

primeras 24 horas, siendo la primera alimentación de 3.1 litros. Resulta sumamente difícil que un

becerro consuma voluntariamente una cantidad tan grande de calostro.

Las pruebas generales para la detección de antibióticos (Charm Cowside, CITE Snap, Delvotezst

SP, Penzyme) arrojaron varios resultados falsos positivos cuando se usaron para analizar

calostro. La especificidad de estas pruebas varió de 0.16 a 0.88 (la autoridad de alimentos y

fármacos [FDA] exige que esta prueba tenga una especificidad de 0.9 ó más). Parece que estas

pruebas dieron resultados positivos debido a diferencias en la composición entre el calostro y la

leche. Es importante notar que para esta investigación no se utilizó calostro ni leche de transición

de vaquillas que tuviesen signos clínicos de mastitis, por lo que estos datos tal vez subestimen

ligeramente la prevalencia de mastitis en la población total de vaquillas. La Dra. Andrew

concluyó que «no se deben realizar las pruebas generales para detectar residuos de antibióticos

en la leche de las vacas recién paridas, sino hasta después de la 6ª ordeña».

Las conclusiones de este estudio tienen importantes implicaciones, pues si usted no está seguro

de que el calostro que está a punto de administrar pueda contener residuos de antibióticos,

particularmente si la vaca fue tratada con antibióticos durante el período seco «“y dicho período

fue más corto de lo habitual «“ usted deberá considerar la posibilidad de mejor no usar dicho

calostro. La presencia de residuos de antibióticos puede ser un problema para la industria. Si los

becerros machos se alimentan con el calostro contaminado con antibióticos y se sacrifican para

carne de ternera, la posibilidad real de residuos de antibióticos en esta carne es muy elevada.

Además, las pruebas generales que se realizan al pie del animal para detectar residuos de

antibióticos, en muchos casos arrojan resultados falsos positivos. Por lo tanto, la prueba del

calostro y de la leche de transición se debe limitar hasta después de la sexta ordeña.