Consumir un helado al día o un yogur, puede dificultar la supervivencia de mujeres que hayan padecido cáncer de mama. Asimismo, las personas con cáncer que comen una porción diaria de cualquier producto como leche entera, queso o yogur pueden tener 50% más de probabilidades de morir.
Los científicos estadounidenses sospechan que esto se debe a que los alimentos lácteos contienen altas cantidades de estrógenos que estimulan el crecimiento de tumores.
La dieta juega un papel primordial en las posibilidades de sobrevivir al cáncer y evitar su regreso. Hace unos días se publicó un interesante estudio, el primero que muestra un fuerte vínculo entre los productos lácteos y el cáncer de mama.
Una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama en algún momento de su vida. La alimentación juega un papel muy importante en la prevención y tratamiento de este cáncer.
Los científicos del Kaiser Permanent Research Centre en California, analizaron los casos de 1500 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama entre 1997 y 2000. Estas completaron cuestionarios sobre qué productos consumían, la frecuencia y las cantidades. Las respuestas más frecuentes fueron helado, yogurt, queso, leche entera y chocolates.
Los científicos han descubierto que aquellas que consumen una porción diaria de cualquiera de estos productos son un 50% más propensas a morir por cáncer en los siguientes 2 años.
¿Por qué se relaciona el cáncer con el consumo de lácteos, especialmente con los productos enteros? La mayor parte de la leche que se consume en Europa y Estados Unidos proviene de vacas embarazadas y, consecuentemente, contienen altas cantidades de estrógenos. Cuanto más graso es el producto consumido más estrógenos y sustancias tóxicas contiene. Se sabe que el consumir este tipo de productos está relacionado con el crecimiento de tumores, sobre todo cuando se consumen diariamente. Inclusive, las mujeres que comen una porción diaria de lácteos enteros, tienen 64% mayor probabilidad de morir de cualquier enfermedad, no sólo cáncer.
El Dr. Bette Caan, cabeza del proyecto, afirma que los alimentos altos en gasas y hormonas, no son recomendados para ser consumidos a diario.
Muchas mujeres que han sido diagnosticadas con cáncer preguntan a los especialistas si deben cambiar su alimentación. Los oncólogos suelen afirmar que no cambien nada, que coman de todo. Una vez os traigo evidencias de que esto no es así. No podemos comer de todo. Los lácteos son especialmente perjudiciales en el cáncer, sobre todo en el de mama, próstata y ovario.
Ojalá este tipo de estudios lleguen a oidos de los oncologos y empiecen a cambiar la información que facilitan a sus pacientes.
Si deseas consumir algún lácteo procura que sea de producción ecológica, que sea desnatado o fresco y que provenga de la cabra u oveja.