En pleno mes de agosto seguro que en más de una ocasión has disfrutado de un sabroso helado. En muchos sitios se comenta que el helado ayuda a mejorar la digestión, llegando incluso a recomendarlo. Pero, ¿cuánto de cierto hay en esto? ¿en qué se basan para decir que el helado es digestivo? ¿son aptos todos los helados? Aquí, las respuestas.
Sin duda, el helado es uno de los alimentos preferidos por niños y mayores, ya que refrescan en verano, y proporcionan ese sabor dulce que tanto gusta. Además disponen de múltiples variedades, sabores, formas y composición. Su base principal es el agua, los azúcares, sólidos lácteos, grasas en forma de nata o mantequilla y aceites vegetales.
¿Por qué dicen que el helado es digestivo?
En algunos sitios se relaciona al helado como un alimento óptimo para tener buenas digestiones. El helado en sí, no es digestivo. Si es cierto que puede tener componentes que estimulan la función vesicular y por tanto, mejorar la digestión. El limón, y en general los cítricos, tienen esta acción. Es la llamada acción colecistoquinética.
El helado de limón es una buena elección. Otros helados, por su alto contenido en grasa y azúcares, no sólo no ayudan a mejorar la digestión, sino que más bien la complican, por su alto contenido en calorías.
Si no sabes que helado escoger»¦nosotros te ayudamos
Existen múltiples tipos y variedades de helados. Nosotros, te recomendamos los artesanales por encima de los helados industriales, ya que suelen tener menos grasas trans y azúcares. Y dentro de los artesanales, aquellos que su principal materia prima sean las frutas, por su alto contenido vitamínico y agua y los helados de yogur, ya que tienen el plus de estar hechos a base de leche fermentada que contiene bacterias beneficiosas que ayudan a regular tu flora intestinal.
Y lo más importante, si algún día te apetece uno, tómatelo del sabor , forma y composición que más te guste y apetezca. ¡Disfrutándolo como bien te mereces!