En el mercado podemos encontrar muchos tipos de leche: homogeneizada, pasteurizada… Aquí puedes comprender qué significan todos esos nombres.
– Homogeneizada: La leche es una emulsión que contiene gotitas de grasa dispersas en una mezcla de agua, azúcares y proteinas. En la homogeneización, la leche atraviesa bajo presión unos diminutos tubos, de modo que las partículas de grasa se rompen y se dispersan de forma homogénea. De esa manera la nata no se separa cuando se deja reposar la leche. Aquí puedes encontrar más información.
– Pasteurizada: Esta leche ha sido tratada para eliminar bacterias potencialmente dañinas. La pasteurización consiste en el calentamiento de la leche a 72 °C alrededor de 16 segundos o 65 °C durante 30 minutos. Este proceso alarga además el tiempo de caducidad hasta 15 días. Más información aquí.
– Ultrapasteurizada (UHT): En este caso la leche se somete a mayores temperaturas (generalmente 140-150 °C durante 1-2 segundos). Se vende en bricks y puede almacenarse sin refrigeración durante 6 meses.
– Desnatada: Este tipo de leche se prepara eliminando la grasa de la leche entera empleando un separador de nata. La vitamina A y otras vitaminas liposolubles también son elminadas en este proceso, con lo cual esta forma de leche no es adecuada para niños y jóvenes. Dado que la grasa se elimina, es adecuada para muchas enfermedades tales como la diabetes, obesidad, colesterol alto, problemas de corazón, etc. En algunas ocasiones esas vitaminas liposolubles son añadidas al final del proceso, así la leche desnatada enriquecida tiene más o menos las mismas propiedades nutricionales que la leche entera.
– Evaporada: La mitad de la humedad de la leche se elimina por evaporación y seguidamente se enlata. De esa forma puede mantenerse a temperatura ambiente hasta 6 meses.
– Condensada: Este tipo de leche enlatada se prepara también elminando la mitad del agua de la leche, pero después se endulza mucho. Por ello es una leche muy alta en calorías.
– En polvo: Parte del agua es evaporada y después la leche se trasvasa a una cámara donde se seca para reducir la humedad aún más, obteniéndose leche en polvo. Este polvo se transforma en leche normal simplemente añadiendo agua.
Beber leche es saludable, por supuesto! Pero la leche comercial no es exactamente igual tras esos procesos a los que se ve sometida. Al menos es algo que debemos saber cuando la bebemos.