La leche forma parte de la alimentación humana desde el Neolítico. Su consumo habitual ha contribuido notablemente a mejorar la salud de la población ya que se trata de un producto seguro, de vida relativamente prolongada y asequible. Fuente de calcio, vitaminas y proteínas de elevado valor biológico, se asocia con una disminución de la mortalidad infantil y de enfermedades como la hipertensión arterial, la anemia o la obesidad. Sus múltiples beneficios hacen que sea recomendable un consumo de entre 2 y 4 raciones de productos lácteos al día, según la Organización Mundial de la Salud.
Con motivo del Día Mundial de la Leche, el 1 de junio, la Fundación Española de Nutrición y la Fundación Iberoamericana de Nutrición presentan La leche como vehículo de salud en la población, un informe que pone de manifiesto el papel de las leches adaptadas para cubrir el déficit de ciertos nutrientes tales como los ácidos grasos omega-3, el calcio o la vitamina D. «Consumir leches adaptadas a los diferentes requerimientos nutricionales de cada etapa de la vida puede ser una adecuada estrategia para satisfacer las necesidades nutricionales específicas de cada persona», ha afirmado el presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (Finut) y catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de Universidad de Granada, Ãngel Gil, durante la presentación del documento en Madrid.
Esta misma idea es defendida por el presidente de la Fundación Española de Nutrición y catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad San Pablo CEU de Madrid, Gregorio Varela, que se apoya en la alta penetración de la leche higienizada en España, donde «la consumen a diario el 95 por ciento de los hogares», apunta. Además de sus beneficios para la salud, Varela destaca la integración de la leche en la dieta diaria y es que «no solo importa lo que se come sino cómo se come. Los desayunos y las meriendas no serían lo mismo sin leche, ni tampoco el trabajo diario sin el café con leche del descanso», afirma.
Además de estos motivos, hay otras razones científicas recogidas en el informe que justificarían la bondad de beber leche. A continuación, un resumen de los principales aspectos recogidos en el estudio:
Es fuente de aminoácidos esenciales
La leche contiene todos los aminoácidos esenciales, entre ellos, la isoleucina (necesaria para la formación de la hemoglobina y para estabilizar y regular los niveles de energía y de glucosa en sangre), la leucina (que promueve la cicatrización del tejido muscular, la piel y los huesos) y la lisina, que tiene como función garantizar la absorción adecuada de calcio y, al igual que la valina, también presente en la leche, mantener un equilibrio adecuado de nitrógeno en los adultos. Además, la lisina ayuda a la producción de anticuerpos y a la formación del colágeno que constituye el cartílago y el tejido cognitivo.
Contiene péptidos bioactivos
La leche contiene péptidos bioactivos con propiedades beneficiosas demostradas científicamente para el sistema inmunitario, cardiovascular y digestivo. Por ejemplo, «existe una asociación inversa entre el aumento del consumo de productos lácteos y la disminución de la hipertensión arterial», afirma Gil.
Ãcidos grasos saludables
A pesar de que la grasa de leche ha sido considerada como no beneficiosa por su alto contenido en ácidos grasos saturados, estudios recientes demuestran que no solo no es perjudicial para la salud cardiovascular y enfermedades crónicas como el síndrome metabólico y la diabetes, sino que podría tener un efecto protector.
Ãcidos grasos monoinsaturados
De los ácidos grasos que contiene la leche, alrededor de una tercera parte está compuesta por ácido oleico. La ingesta de ácidos grasos monoinsaturados se relaciona con la reducción del colesterol LDL o «colesterol malo» y los triglicéridos, así como con el aumento del colesterol HDL o «colesterol bueno».
Ãcidos grasos poliinsaturados omega-3
El último informe sobre consumo de grasas publicado por la Organización Mundial de la Salud en 2013 recoge que la ingesta de ácidos grasos omega-3 es beneficiosa para la salud cardiovascular, en especial por sus efectos de disminución de triglicéridos, tensión arterial y procesos inflamatorios ligados al proceso de aterosclerosis. Aunque los ácidos grasos están presentes en la dieta, fundamentalmente en el pescado azul, más de un 60 por ciento de la población adulta española no consumiría la cantidad recomendada de ácidos omega-3, según el estudio Fuentes alimentarias y adecuación de la ingesta de ácidos grasos omega-6 y omega-3 en una muestra representativa de adultos españoles, publicado en 2013.
Es rica en vitamina A
La vitamina A es especialmente importante en el crecimiento, el desarrollo, la inmunidad y la salud ocular. Según los datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud en 2012, la deficiencia de esta vitamina afecta a 190 millones de niños en edad preescolar y a 19,1 millones de mujeres embarazadas, elevando el riesgo de ceguera nocturna, infección y mortalidad. La leche entera se considera una buena fuente de esta vitamina liposoluble.
Contiene vitaminas del complejo B
La leche proporciona entre un 10 y un 15 por ciento de la ingesta diaria recomendada de vitaminas del complejo B, que participan en varias rutas metabólicas como la síntesis de hormonas y la obtención de energía a partir de los nutrientes. Las más destacables son la B12 y la rivoflavina.
Suple las carencias de vitamina D
Según un estudio de la European Food Safety Authority (EFSA) realizado en 2013, un alto porcentaje de niños europeos no alcanza la cantidad diaria recomendada en vitamina D; la baja ingesta de esta vitamina también es prevalente entre los adultos españoles. Esto, unido a la baja exposición al sol por un uso incorrecto de los fotoprotectores y la reducción de las actividades al aire libre, constituye un problema de salud pública, ya que la vitamina D tiene importantes efectos fisiológicos, no solo a nivel óseo sino también inmunológico. En este sentido, las leches fortificadas en vitamina D pueden ser una buena alternativa para paliar estas deficiencias.
Es un importante aporte de calcio
La leche es la principal fuente dietética de calcio, no solo por su elevado contenido de este mineral, sino también por su alta biodisponibilidad gracias a otros componentes de la leche: vitamina D, proteínas, fósforo, etcétera. El calcio y la vitamina D son interdependientes. Esta vitamina influye en la absorción del calcio, clave para el desarrollo óseo y dentario, así como para la prevención de la osteoporosis y la reducción de fracturas óseas.
Otros minerales presentes en la leche son el fósforo, el zinc, el sodio, el potasio, el yodo, el selenio y el cromo.
Contiene fibra
Los oligosacáridos de la leche son azúcares complejos que funcionan como sustratos de crecimiento selectivos para las bacterias beneficiosas específicas del sistema gastrointestinal. Asimismo, producen efectos contra patógenos y previenen la infección y adhesión de algunas bacterias y virus, como el VIH. La leche tendría también efectos positivos sobre el estreñimiento. Según un estudio llevado a cabo en pacientes ancianos con estreñimiento leve, el consumo durante tres semanas de yogur enriquecido con galactooligosacáridos, ciruelas y semillas incrementa la frecuencia de las deposiciones y la facilidad para defecar, como recoge el informe La leche como vehículo de salud para la población.
Actúa como prebiótico
Además de los oligosacáridos, la leche tiene un alto contenido en lactosa, otro hidrato de carbono que tiene una función principalmente energética. La lactosa ejerce un efecto beneficioso en la absorción intestinal de calcio y magnesio. La elevada concentración de lactosa en la leche puede contribuir al crecimiento de microorganismos beneficiosos, actuando como prebiótico. Además, según Ãngel Gil, «está comprobado que la lactosa induce una respuesta insulinémica menor que otros azúcares, por lo que es beneficiosa para el tratamiento de la diabetes tipo 2″.
Suplementada con hierro, ayuda contra la anemia
La anemia causada por la deficiencia de hierro es uno de los principales problemas nutricionales a nivel mundial, con más de 700 millones de personas afectadas. De todos los minerales presentes en la leche, el hierro es el que aporta en menor cantidad. Suplementar las leches de continuación con hierro se asocia con una disminución de la carencia de este mineral en la infancia.
El 95 por ciento de los hogares españoles consume leche higienizada al menos una vez por día.
El 95 por ciento de los hogares españoles consume leche higienizada al menos una vez por día.