¿Que es la lactosa?

La leche contiene muchos nutrientes como grasas (colesterol, triglicéridos), proteínas, vitaminas y minerales como calcio. La leche contiene también azúcares. La lactosa es el azúcar más importante presente en la leche de todos los mamíferos, también por supuesto en la leche humana, de vaca y cabra, que son las leches más consumidas por el ser humano. Este azúcar, lactosa, está compuesto de dos glúcidos unidos entre ellos (disacárido) denominados glucosa y galactosa. Para que la lactosa pueda ser digerida y absorbida en el intestino, se requiere de una enzima denominada lactasa. La lactasa rompe la unión del disacárido lactosa en sus dos azúcares, glucosa y galactosa, permitiendo que sean absorbidas por el intestino delgado.

¿Cuanta Lactosa tiene la leche?

La leche de vaca tiene aproximadamente 5 gramos de lactosa por cada 100ml de leche (5g%); es decir, una taza de leche (250ml) contiene 25grs de lactosa. La leche humana es más rica en lactosa y contiene aproximadamente 7g% de lactosa.

¿Que es la intolerancia a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa o mala absorción de lactosa, es la incapacidad para digerir cantidades significativas de esta azúcar de la leche. Esta malabsorción es debida a la falta de expresión de la enzima lactasa presente normalmente en las células del intestino delgado. Al no existir suficiente lactasa gran parte de la lactosa no es digerida, y por lo tanto pasa sin ser absorbida al intestino grueso o colon. La lactosa en el colon es digerida o fermentada por las bacterias saprófitas o comensales presentes normalmente ahí, cambiando la acides de ese medio, generando gases como metano e hidrógeno, pudiendo producir molestias físicas o intolerancia clínica.

¿Es lo mismo intolerancia a la lactosa que intolerancia a la leche de vaca?

No es lo mismo. Lo que llamamos intolerancia a la leche de vaca es una condición de alergia a proteínas de la leche (no a la lactosa), lo que genera problemas clínicos serios en lactantes (niños menores de año). La intolerancia a la lactosa no es una alergia, es una incapacidad de digerir el azúcar de la leche, y se desarrolla en edades mayores, generalmente después de los 2 a 7 años de vida.

¿Cuales son los síntomas o molestias generados por la intolerancia a la lactosa?

Las personas que tienen incapacidad de digerir la lactosa por falta de la enzima lactasa en su intestino, pueden sentirse muy mal cuando consumen leche o cualquier producto o alimento que contenga lácteos (queso, cremas, joghourt, manjar, comidas preparadas con lácteos, etc). Las molestias físicas pueden incluir uno o más de los siguientes síntomas: nauseas, hinchazón o meteorismo, gases anales, dolor abdominal, diarrea. Los síntomas se inician generalmente 30 minutos a 2 horas después de ingeridos (cuando llega al colon). No todas las personas con malabsorción a lactosa refieren molestias físicas frente al consumo de lácteos. La intensidad y frecuencia de los síntomas depende de muchos factores, como la cantidad y tipo de lácteo ingerido, la edad, origen étnico, o existencia de otras enfermedades digestivas.

¿Que enfermedades puede asociarse o confundirse la intolerancia a lactosa?

Dado que las manifestaciones clínicas son de la intolerancia a la lactosa son nauseas, hinchazón o meteorismo, gases anales, dolor abdominal, diarrea en forma recurrente o persistente en la medida que se consuma productos con lactosa, es muy habitual que los médicos o las personas sospechen que las molestias son debidas a la presencia colon irritable o intestino irritable. Dado que la enfermedad colon irritable afecta también a una elevada proporción de la población adulta, es relevante poder hacer esta distinción, ya que los síntomas pueden aliviar o mejorar al suprimir la lactosa de la dieta. Ambas condiciones pueden por supuesto coexistir. Un médico especialista experimentado puede hacer esta distinción. La enfermedad celíaca o infecciones intestinales crónicas (ej. Giardiasis) pueden tener como principal manifestación, la intolerancia a la lactosa. De hecho, nosotros recomendamos fuertemente en nuestra población buscar la presencia de enfermedad celíaca en toda persona con una intolerancia a la lactosa demostrada.

¿Que causa la intolerancia a la lactosa?

Primaria: La causa más frecuente en el mundo de deficiencia de lactasa e intolerancia a lactosa, es la denominada primaria o hereditaria. Deben saber que, aunque parezca raro, lo normal en todos los mamíferos es que después del destete de la madre, la actividad de la enzima lactasa comience a disminuir progresivamente. En el hombre, esta declinación en los niveles de lactasa puede comenzar tan temprano como a los 2 o 7 años. Sin embargo, dado que la disminución de la lactasa en el intestino es lentamente progresiva, pueden pasar muchos años sin notar síntomas, los cuales aparecen generalmente en la vida adulta. Esta caída en la actividad de lactasa está programada genéticamente, se hereda en forma recesiva y es permanente en la vida una vez que se instala. En los últimos 3 años investigadores en este tema han podido determinar con precisión las condiciones genéticas que determinan la capacidad de absorber o no absorber lactosa en la vida adulta en poblaciones européas y africanas. Esto no solo ha permitido conocer mejor el como ocurre esto, sino que también cuan frecuente es en la población y se puede eventualmente contar con un examen genético diagnóstico de esta condición.

La ausencia de lactasa congénita (al nacer) es extremadamente infrecuente, ya que hasta hace poco era incompatible con la vida. Generalmente en el primer año de vida, poseemos la mayor capacidad de digerir lactosa.

Causas secundarias: cuando otras enfermedades producen daño en el intestino delgado, se puede generar falta de lactasa e intolerancia a lactosa. Las enfermedades que con mayor frecuencia pueden producir intolerancia secundaria de lactosa incluyen enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn, enfermedades inflamatorias o infecciosas del intestino (ej. Giarda lamblia).

¿Quienes están en riesgo de tener intolerancia a la lactosa?

Una proporción muy elevada de la población adulta. La frecuencia de intolerancia a lactosa primaria en el hombre es variable en diferentes poblaciones y partes del mundo. Se ha demostrado que es tan frecuente como 80 a 100% en poblaciones asiáticas y nativas de América, 80% en población negra. En Europa central en general es de 30 a 50%. Es menos frecuente en poblaciones del norte de Europa, siendo menor al 10% en países como Suecia o Finlandia. Esta condición de persistir en la vida adulta con capacidad de absorber lactosa se denomina estado lactasa-persistente y se ha desarrollado sólo en el hombre desde hace aproximadamente 7.000 a 5.000 años A.C.. Se supone que proporcionó una ventaja evolutiva a grupos humanos que dependían fuertemente de la leche como fuente nutricional.

En Chile, hemos demostrado recientemente en nuestro Departamento de Gastroenterología, que la intolerancia a la lactosa puede afectar al 60% de la población Chilena general con apellidos hispanos, y a más del 80% de la población con ascendencia Mapuche. Por lo tanto, es una condición que afecta a la mayoría de los Chilenos.

¿Como se diagnostica la intolerancia a la lactosa?

Puede ser difícil establecer esta condición sólo en base a la presencia de síntomas. Como se señaló, síntomas similares pueden ser producidos por otras enfermedades como colon irritable o enfermedad celíaca. Lo más frecuente o práctico, es evaluar en forma guiada, si los síntomas desaparecen al eliminar todo lácteo de la dieta por un tiempo razonable. Los médicos podemos recurrir a algunos exámenes que permiten diagnosticar con precisión la intolerancia a la lactosa, y así poder recomendar con objetividad el evitar la lactosa de por vida.

Los exámenes más utilizados son:

Test de Hidrogeno en aire espirado con carga de lactosa. Este examen mide el hidrogeno en el aire exhalado por los pulmones con un instrumento especial. El principio de este examen es simple y se basa en que normalmente exhalamos pequeñas cantidades de hidrógeno, y este hidrógeno proviene exclusivamente del metabolismo de nuestras bacterias del colon. Si las bacterias se exponen a una mayor cantidad de nutrientes (e.j. lactosa), producen más hidrógeno, pasa parte a la sangre y nosotros la exhalamos por los pulmones. Así, si una persona no absorbe la lactosa, esta pasa de largo al colon y las bacterias producen más hidrógeno el cual incrementa en el aire expirado por los pulmones y nosotros podemos medirlo en el aire pulmonar exhalado. Para este examen, la persona debe estar en ayuno de 12 hrs, se da a ingerir una cantidad determinada de lactosa pura (25 o 50 grs, equivalente a 500 o 1000cc de leche de vaca), y luego se le pide que exhale en una bolsita especial cada 20 minutos por un período determinado de tiempo, y se mide en este aire el contenido de hidrógeno (ver figuras). Este examen es muy preciso y simple, pero requiere tiempo en el laboratorio (2 a 4 hrs; ver figura). Es el examen disponible de rutina en nuestros laboratorios.

Test de tolerancia a la lactosa. Este test consiste en medir los niveles de azucar (glucosa) en la sangre posterior a una carga oral de lactosa. La persona debe estar en ayuno e ingerir un líquido con lactosa. Se toman varias muestras de sangre en forma repetida por 2 horas. Si la persona absorbe bien lactosa, la glucosa en la sangre aumenta; si no lo hace (malabsorción de lactosa), la glucosa en la sangre no se eleva. Este examen es menos preciso, y requiere muestras de sangre repetidas. Por ello, nosotros no lo utilizamos de rutina.

Test de acidez en deposiciones. Este examen lo utilizan los pediatras en niños o lactantes, en los cuales es difícil realizar los exámenes descritos más arriba. Consiste en el principio que si se absorbe mal la lactosa y produce diarrea, esta deposición es más ácida que lo habitual, ya que las bacterias al digerir lactosa incrementan el contenido de ácido láctico en las deposiciones.

Otros test.

También es posible medir directamente la actividad de la enzima lactasa en muestras de mucosa de intestino delgado. Hoy día es posible efectuar esto mediante la realización de una endoscopía digestiva, para tomar una biopsia del duodeno, y medir ahí la actividad enzimática. Este examen que es muy preciso, es por cierto más costoso y conlleva las ventajas y riesgos propios de una endoscopía y biopsia intestinal. Nosotros no lo realizamos de rutina.

Recientemente, se ha propuesto utilizar un examen genético que permite definir el estado genético de mal absorbedor de lactosa (lactasa-deficiente) o de buen absorbedor de lactosa (lactasa-persistente). Nosotros hemos implementado este examen genético y lo pondremos pronto a disposición de la comunidad. El examen es tan simple como proporcionar una muestra de sangre (no requiere ayuno) para ser enviada al laboratorio; en el laboratorio se extrae el ADN y se determina con exactitud la condición genética del sujeto.

¿Debo preocuparme por mi condición de intolerante a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa no es una condición grave. Pero si tengo síntomas, es aconsejable consultar a un especialista para evaluar si mis síntomas son efectivamente por intolerancia a la lactosa hereditaria (primaria) o se debe a otra enfermedad. Los síntomas se tratan simplemente modulando la ingesta de lactosa.

¿Como se trata la intolerancia a la lactosa?

Esta condición es simple de tratar. Ningún tratamiento actual puede recuperar la actividad de lactasa en el intestino, frente a una deficiencia que está determinada geneticamente, pero los síntomas se alivian con medidas dietéticas.

El tratamiento consiste en indicar el evitar el consumo de alimentos que contienen lactosa, como la leche y sus derivados (quesos, cremas, helados de leche, manjar, etc.). Dado que la magnitud del déficit de lactasa es variable de persona a persona, como también la intensidad de sus síntomas, es posible evaluar en forma individual cuanta lactosa la persona es capaz de tolerar. Algunas personas podrán tolerar medio o un vaso de leche pero no dos; algunas personas intolerantes a lactosa podrían tolerar pequeñas cantidades de quesos o helados de leche, pero otras personas no. Es posible entonces, llegar a definir el grado de tolerancia o intolerancia, y ajustar el tipo y cantidad de lácteos a consumir. Esto puede variar también con la edad (puede hacerse cada vez menos tolerante a medida que pasan los años). Es importante tener presente que muchos alimentos que normalmente no contienen lácteos se les ha agregado lactosa. Por ello es recomendable leer las etiquetas o preguntar (en restaurantes, por ejemplo), y evitarlos si generan síntomas. Muchos fármacos contienen también pequeñas cantidades de lactosa como vehículo.

Para las personas muy intolerantes a la lactosa, esta disponible en la mayoría de los supermercados en Chile leches pobres en lactosa (leche sin lactosa, natural o semidescremada), la que contiene todos los nutrientes de la leche, salvo que ha sido tratada para reducir al máximo el contenido de lactosa. Existen a su vez otros productos certificados libres de lactosa.

También es posible recurrir al uso de la enzima lactasa, la cual está disponible en algunos países en cápsulas o líquida sin la necesidad de prescripción médica. Se ingiere la cápsula con la primera comida del día, o se agrega gotas de lactasa a lácteos para hacerlos más digeribles.

Que riesgos tengo y como balanceo una dieta si soy intolerante a lactosa?

La leche y derivados de la leche son una fuente muy importante de nutrientes en nuestra dieta. Uno de los nutrientes más importantes para la vida adulta que contienen los lácteos es el calcio. El calcio es esencial para el crecimiento y la reparación y estructura ósea a lo largo de la vida. En la edad media y avanzada, la falta de calcio puede generar huesos frágiles y favorecer las fracturas (especialmente fracturas de cadera), esto se conoce como osteoporosis. Estudios recientes muestran que el ser portador de la condición genética lactosa-deficiente (que se asocia a menor consumo de lácteos), condiciona mayor riesgo a fracturas óseas y a cáncer de colon en edades avanzadas.

Los médicos y los medios estimulan fuertemente el consumo de lácteos en la población adulta, por estos motivos. De hecho, el consumo per cápita de lácteos ha incrementado mucho en los últimos años, no solo en Chile sino que también en otros países. En Chile el consumo de lácteos por habitante ha incrementado notablemente en la última década (128 litros/habitante/año en el año 2004), alcanzando las recomendaciones de consumo sano de la OMS; este nivel de consumo es similar al de los países desarrollados de Europa. Sin embrago, muchas veces se desconoce y se olvida que una gran proporción de la población es intolerante a la lactosa, y les genera molestias digestivas y síntomas. En particular, nuestra población tiene mayor frecuencia de intolerancia a la lactosa que la Europea. Por ello es importante saber reconocer esta condición. Se debe asegurar el consumo recomendado de calcio, pero no a expensas de molestias físicas.

Recomendaciones de ingesta diaria de calcio para mantener una vida saludable:

Edad

Cantidad de consumo diario de Calcio recomendado (en mg)

0 a 6 meses

400 mg

6 a 12 meses

600 mg

1 a 5 años

800 mg

6 a 10 años

1200 mg

11 a 24 años

1200 a 1500 mg

25 a 50 años

1000 mg

Mayor a 50 años

1500 mg

Mujer durante embarazo y lactancia

1200 a 1500 mg

Una persona que no puede consumir lácteos porque es intolerante a la lactosa, debe evaluar y planificar la forma de asegurar una ingesta balanceada sin lactosa. Muchos de los alimentos diarios no-lácteos contienen todos los nutriente necesarios, incluido cantidades suficientes de calcio, como vegetales (ej. Brócoli), pescados con tejido oseo suave como sardinas) por mencionar algunos. El yogurt puede ser una buena fuente de calcio, y si bien tiene lactosa, tiene menos que la leche y algunas personas deficientes en lactasa pueden tolerarlo.

Contenido de calcio y lactosa en alimentos comunes:

Alimento

Contenido de Calcio

Contenido de Lactosa

Leche de soya fortificada, 1 taza

200-300mg

0

Bróccoli, 1 taza

90 mg

0

Naranja, 1

50 mg

0

Porotos, ½ taza

40 mg

0

Lechuga, ½ taza

10 mg

0

Sardinas con esqueleto, 120grs

270 mg

0

Salmón enlatado con esqueleto blando

205 mg

0

Yogurt, 1 taza

415 mg

5 gr

Leche descremad, 1 taza

295 mg

11 gr

Queso suizo, 40 grs

270 mg

1 gr

Helado de crema, ½ taza

85 mg

6 gr

El calcio es absorbido y utilizado en forma adecuado sólo si se consumen paralelamente cantidades apropiadas de vitamina D. Una dieta balanceada debe contener vitamina D en forma apropiada; el huevo e hígado son buenas fuentes naturales de vitamina D. Una exposición prudente al sol contribuye también a absorber vitamina D.

Las personas que son intolerantes a la lactosa consumen menos lácteos y pueden sentirse en riesgo de consumir menos calcio y vitamina D. El médico y nutricionista pueden guiar al paciente en una adecuada ingesta de estos nutrientes, en ausencia de lácteos. El uso inapropiado de suplementos vitamínicos puede ser perjudicial para la salud.

¿Que es contenido oculto de lactosa?

Muchos alimentos que no contienen normalmente lactosa, se les agrega lácteos en su proceso de elaboración, en cantidades muy variables. Una persona intolerante a la lactosa debe tener presente estos alimentos, ya que le pueden generar síntomas:

Pan, y otras masas elaboradas

Cereales procesados para desayunos

Puré de papas, sopas, bebidas para desayuno

Comidas en restaurantes

Margarinas

Aderezos para ensaladas

Dulces, golosinas, algunos chocolates

Masas para queques, panqueques, otros