Cómo preparar queso árabe

El labneh, un queso oriental muy sencillo de tener en casa

El labneh, también conocido como el queso árabe, es un lácteo completamente sencillo de preparar en casa. En esencia, se asemeja bastante al requesón y, en muy poco tiempo de preparación, podrás tenerlo en tu hogar listo para ser utilizado. No tienes más que seguir los pasos de esta receta.

Labneh

Si bien la cultura árabe y buena parte de la gastronomía oriental no ha hecho gala de una tradición de productos lácteos notables, sí que existen algunos que vale la pena mencionar. Por ejemplo, si quieres preparar un queso típico de la cultura arábiga en tu propia casa, no deberías dejar de pasar por alto esta receta, que es muy común, por ejemplo, dentro de la comida libanesa.

Se trata del popular labneh, que también se emplea dentro de otras tradiciones gastronómicas como la cocina griega. Es un queso bien fresco, hecho con yogur, que queda como una especie de queso blanco cremoso y que se puede usar para acompañar comidas árabes y también las que no lo son. Por eso mismo, no dejes de seguir esta receta para tenerlo en tu mesa.

Ingredientes:

Medio kilo de yogur natural sin azúcar (puedes usar alguno tipo griego)

Una cucharada de sal (preferentemente marina) molida

Hierbas y especias varias (opcional)

Preparación:

En un lienzo bien fino, coloca el yogur, mezclado con la sal marina bien molida.

A continuación, átalo bien y déjalo escurriendo, colgado de algo, durante por lo menos 24 horas.

Verás que pasado ese tiempo te queda como una especie de «requesón de yogur». El labneh ya está listo.

Ahora lo único que tendrás que hacer es, si quieres darle un toque especiado, es rebozarlo con las hierbas y condimentos que más te gusten.

Labneh

Algunas ideas para utilizar el labneh:

El labneh es muy utilizado como aperitivo, simplemente acompañando pan pita tostado.

Puedes pisarlo y hacerlo más cremoso, añadiendo zumo de limón, aceite de oliva y el condimento que quieras.

Si lo preparas más lìquido, puede ser buena compañía de un falafel, un shawarma y, por qué no, con un poco de cordero, añadiéndole menta fresca.

En la cultura gastronómica oriental, se come hasta en los desayunos. Si quieres, lo puedes usar en tus tostadas matinales, en reemplazo de un queso tipo Filadelfia.

Prueba con rebozarlo con un poco de romero, tomillo, salvia, orégano, aceite de oliva, pimienta negra molida y pimiento picante seco y molido. Queda delicioso.

Leer más en: http://www.innatia.com/s/c-recetas-con-queso/a-como-preparar-queso-arabe-1100.html