Hace más o menos un mes he comenzado a preparar queso en casa, y tengo que decir que estoy súper entusiasmada, ya llevo tres y a cual más bueno¡¡ y todo gracias a esta maravillosa receta que os traigo hoy la cual no podéis dejar de prepararla, y claro está al libro de quesos de Fiona Beckett, del cual os hablé en este post, y por el cual mi cocina está revolucionada.
Esta receta de queso Labneh ha sido mi primera experiencia en la elaboración de quesos, y tengo que decir que me ha dejado a sorprendida por partida doble, primero por su sencillez a la hora de prepararlo y segundo y más importante, por su exquisitez, es absolutamente delicioso y casi sin tener que hacer nada¡¡. Su textura es maravillosa y la unión de aceite, aceitunas e hierbas frescas lo convierte en un plato de esos que no olvidas en mucho tiempo.
El Labneh (laban es yogurt en árabe) es un tipo de queso muy extendido en todo Oriente Próximo y Oriente Medio el cual se elaborado con leche, ya se de vaca, oveja o cabra, dependiente de cada región. Es un queso de pasta blanda y cremosa que se elabora eliminando el agua de la leche cuajada (similar al yogurt, de ahí esta versión tan extendida) y con el que obtendremos un queso cremoso, realmente suave. A menudo se presenta con especias e hierbas frescas. En estos países es común tomar este tipo de quesos en el desayuno.
Y aunque es un queso muy popular y se encuentran en todos los mercados de oriente ya envasado lo común es realizarlo en casa de forma tradicional. Dependiendo del tiempo que lo dejemos escurrir obtendremos un queso blando para untar, como este de hoy, o uno más sólido con el que podremos hacer bolas y conservarlo en aceite de oliva.
En casa ya hemos preparado ambas recetas, y las dos nos parecen deliciosas, pronto subiré la receta de la bolas de labneh, ya que sé que una vez probéis querréis máss¡¡
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¿Que experiencias debéis de tener a la hora de preparar queso? ninguna¡¡ es lo mejor de todo, ya que es tan sencillo, que sólo necesitaréis, yogurt, sal, una tela fina o de gasa y una cuerda para atar y poder formar el fardo. eso es todo lo que se precisa para conseguir disfrutar de un rico queso casero preparado por nosotros mismos.
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Es un plato exquisito, ligero, elegante e inusual, con el que estoy segura sorprenderéis en cualquier reunión ya que elaborar vuestro propio queso y presentarlo con todos estos ingredientes y un poco de pan de pita resultan sumamente atractivos.
En esta receta tenéis que utilizar ingredientes de primera, así que elegid un buen yogurt, el mejor aceite de oliva que tengáis, unas aceitunas de calidad y unas buenas hierbas aromáticas, todo eso os hará obtener un queso de calidad y con un sabor único. A la hora de servirlo resulta idóneo acompañarlo además del pan de pita con unas verduras crudas como zanahorias, apio o pepinos.
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Además ahora que estamos a las puertas de la primavera, resulta idóneo para llevarlo en nuestros picnic, sólo tendréis que preparar unos tarros con este queso y listo¡¡ ya tendremos el almuerzo perfecto junto a cualquier ensalada para disfrutar de un día al aire libre.
Y si te apetece tener un bonito y exquisito detalle con algún amigo o familia, no dudes en regalar un tarro de queso casero elaborado por ti misma, sorprenderás a todos, eso no lo dudes¡¡ por no decir, lo coqueto que resulta un detalle de este tipo.
Espero que hayáis disfrutado de este post y que os animéis a preparar esto delicioso queso casero, sin duda os lo recomiendo. Pronto llegarán más quesos, estoy enganchada¡¡. Besos
Queso Labneh (queso hecho en casa con yogurt)
1 kg, de yogurt (utilicé yogurt griego)
1 cdta. de sal
aceite de oliva
2 cdas. de perejil picado, menta y cilantro
aceitunas negras, verdes y rojas
pan de pita
En un bol ponemos el yogurt con la sal y lo mezclamos. Seguidamente estiramos la tela encima de otro bol amplio y depositamos el yogurt dentro de la tela.
Ahora juntamos los extremos de la tela y la atamos fuerte con un hilo de cocina para formar un fardo.
Lo colgamos encima de un bol o del fregadero y lo dejamos entre 12 y 16 horas.
Ponemos el queso escurrido en un bol, hacemos pequeños pozos y lo rociamos con el aceite de oliva, las hierbas picadas y las aceitunas. Servir con pan de pita.
Notas: Si no lo vais a utilizar de inmediato podéis guardarlo en el frigorífico en un recipiente hermético hasta 36 horas como máximo.