El labneh o queso de yogurt es una especialidad de Oriente Medio. Lo podemos encontrar como una crema para untar o en bolitas conservado en aceite.
Es una forma muy fácil de hacer queso en casa y te permite hacer variaciones muy interesantes en el aceite de conservación.
El procedimiento es realmente fácil, en su día ya aprendimos a hacer yogurt casero aunque también puedes hacerlo con yogurt comercial. Se sala ligeramente el yogurt y se pone en un colador con una tela de quesería o con una gasa doble. El resto te lo explicamos más abajo.
Ya puedes ir pensando qué hierbas y especias te gustan, toque picante, tomates secos, corteza de limón rallada «¦ ¿ajo quizá?
Labneh – Yaestamosencasita.com
Personalmente además del sabor me encanta la presentación, con tostaditas o con pan de pita hace un gran papel como aperitivo.
Hoy estoy folklórico. ¿Qué tal un poco de industrial-fusión reggaetonero?
Ingredientes 250 gr de queso:
1 litro de yogurt natural
1 pellizco de sal
Preparación:
Mezclamos el yogurt con la sal, sólo mezclar sin batir, pasamos la mezcla a un colador forrado con tela de quesería con un cuenco debajo para recoger el suero. Cerramos la tela sobre el yogurt como una bolsa durante todo el proceso de drenado.
Lo metemos en la nevera y dejamos escurrir 24 horas, de vez en cuando recogemos el suero y lo pasamos a un frasco, el yogurt no debe tocar el suero o dejará de drenar.
Verificamos la consistencia, depende de lo cremoso que lo queramos lo podemos dejar otro día más.
Recuerda que el suero se puede utilizar para hacer pan, bizcochos o batidos, no lo tires.
Si lo vamos a servir en un cuenco para untar simplemente lo pasamos al recipiente elegido, y, o bien lo servimos directamente o bien lo aliñamos. Te recomiendo probarlo primero tal cual, es un queso cremoso tipo Philadelphia pero más personal.
Las opciones de aliño son libres aunque todas rematadas con un chorro de aceite de oliva. Como sugerencia te diré, menta fresca con ralladura de limón, o comino y pimienta, o tomate seco picadito con orégano fresco, o ajo picadito con romero. Seguro que ya se te ha ocurrido el tuyo.
Como os decía al principio queda genial en aperitivo con tostas o pan de pita pero además combina genial en sandwiches o buns, con lechuga se lleva de maravilla, con anchoas, con fiambres distintos, con sardinas, me relamo»¦. schsrlpz.
La segunda opción es hacer bolas y conservarlo en aceite, en este caso hacemos las bolas y las pasamos a un plato con varias capas de papel de cocina, lo dejamos en la nevera otras 24 horas para que se sequen un poco, de vez en cuando les damos la vuelta para que se sequen por todos sitios.
Las metemos en un bote con aceite de oliva y las hierbas y especias que se nos ocurran, en el caso de la foto llevaba romero y tomillo, no puse guindilla porque venían niños.
El frasco cerrado en la nevera dura un par de semanas, si el aceite se solidifica hay que sacar el frasco a temperatura ambiente un rato antes de consumir el queso. Y el aceite que sobra una vez consumido el queso está riquísimo para cocinar o para ensaladas.