¿Cómo hacer yogurt casero?

¿Cómo hacer yogurt casero?

El yogurt se usa desde la antiguedad por sus grandes beneficios. Se cree que se formó espontáneamente por la acción del calor del sol sobre los recipientes en los que se guardaba la leche, que estaban hechos con pieles o estómagos de animales en los que se encuentran las bacterias que forman el yogurt.

En términos nutritivos, se puede decir que el yogurt es uno de los alimentos más completos que existen, dado su aporte equilibrado de proteínas, grasas, hidratos de carbono, calcio y fósforo. Es por ello que está especialmente recomendado en épocas de crecimiento.

También es muy utilizado en regímenes de adelgazamiento, dado su escaso número de calorías, así como en la dieta de diabéticos o enfermos del aparato digestivo. Consumido en los cinco continentes, este producto ha ido evolucionando hasta contar con mil y una variedades. Así, en los mercados se pueden encontrar yogures naturales, desnatados, con frutas, con cereales, con extracto de soja.

Preparar yogurt en casa es muy sencillo; supone un ahorro de energía, de recursos materiales y de dinero, y además se come muy fresco.

La receta de yogurt es muy sencilla de preparar y permite obtener un delicioso yogurt casero. El yogurt es un derivado lácteo muy sano, nutritivo y suele gustar a todos y especialmente a los niños. Adcionalmente, con éste se pueden realizar otros platos y recetas muy ricas y apetitosas.

Ingredientes para 6 yogures

Leche entera: 1 litro

Yogurt natural o desnatado: 1 unidad

Preparación del yogurt casero

Tiempo estimado: 8 horas aproximadamente.

Se coloca la leche en una olla y se calienta a fuego medio, se mantiene así durante 5 minutos evitando que llegue a hervir.

A continuación se deja enfriar. Es importante realizar todo este proceso para evitar que queden bacterias vivas que puedan estropear el yogurt.

Cuando la leche está tibia, se pone en un recipiente de vidrio o de barro (que no sea metálico) y se le agregan dos cucharadas soperas de yogurt natural (preferiblemente desnatado) y se remueve bien para que se disuelva.

Se tapa el recipiente con una tapa o con un paño o toalla limpia y se deja reposar durante 6 o 7 horas, manteniendo la misma temperatura y evitando que se enfríe, por lo general se coloca dentro del horno.

Pasado este tiempo la leche debe haber coagulado de forma homogénea. De no ser así, si la leche está poco coagulada y su sabor es ligeramente ácido es que le falta reposar un poco más. Se vuelve a tapar bien y se deja reposar un par de horas más.

Cuando el yogurt está listo, desprende un suave aroma láctico típico; entonces se pone en la nevera y ya está listo.

Una vez en la nevera, el yogurt dura aproximadamente una semana, pero poca gente puede resistirse a la tentación durante tanto tiempo. Puede combinarse con cualquier tipo de fruta, a gusto de cada quien.

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