Mitos y beneficios del yogur griego

Este producto milenario está de moda por su alta dosis de proteína, abundante calcio y riqueza en probióticos. Aprende a prepararlo.

A últimas fechas el yogur griego se ha convertido en uno de los alimentos saludables de moda por los beneficios que promete. El yogur griego tiene una consistencia más espesa que el yogur tradicional (es decir, el que solemos comprar en el supermercado) y se asemeja más al queso. Esto se debe a que se cuela con una tela para eliminar el suero. Tiene el sabor ácido propio del yogur, pero con un dejo dulce.

El yogur griego puede comerse con fruta (se lleva muy bien con moras, duraznos y fruta de la pasión) y también emplearse en la elaboración de pasteles o gelatinas. Una de las maneras tradicionales de comerlo es con un poco de miel. Su textura es tan rica que puedes comerlo como postre o a mitad de la mañana como un refrigerio, esto, sin comer calorías vacías como las que hay en las papitas o los dulces.

Sin embargo, tienes que tener cuidado, ya que existe el mito de que todos los yogures griegos son más que saludables y que lo puedes consumir sin miramientos. Error: el yogur griego tiene un buen contenido calórico, por lo que tienes que moderar su consumo de la misma manera en que controlarías el del queso o los productos lácteos con crema entera. Las variedades que ya tienen sabor de fábrica suelen tener muchas calorías provenientes del azúcar, además de que tienen saborizantes artificiales.

Por esto, siempre la mejor opción es comprar el yogur griego natural y añadirle fruta o miel.

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Beneficios para tu salud

1. ¡Grandes dosis de proteína! Una taza de yogur griego puede brindarte tanta proteína como un pedazo de carne y el triple que el yogur normal. Por eso te recomendamos comerlo en el desayuno o después de un entrenamiento con pesas.

2. Calcio en abundancia. Este mineral te ayuda a mantener huesos y dientes sanos y es benéfico para un funcionamiento correcto del sistema nervioso. La cantidad de calcio varía con cada marca: elige la que tenga más.

3. Es bueno para tu estómago e intestinos. Es rico en probióticos. Así, ayuda a que las bacterias buenas se mantengan saludables y a que tu sistema inmunológico sea fuerte. Asegúrate de comprar aquellas marcas que tengan culturas vivas y activas.

4. ¡Es muy versátil! Puedes emplearlo en la preparación de platillos tanto dulces como salados. Por ejemplo, ¿qué tal esta receta de hot cakes?