Después de una curiosa conversación sobre la vagina con una amiga, Cecilia Westbrook una estudiante de medicina de la Universidad de Wisconsin decidió crear un yogur completamente natural con su vagina y documentarlo para el blog Motherboard, de vice.com.
La vagina está llena de cientos de diferentes tipos de bacterias y organismos que producen ácido láctico y otras sustancias necesarias para una buena flora interna. Una de las bacterias dominantes en la vagina es lactobacilos, un pro biótico que también se usa para cultivos de leche, queso, e yogur.
Con un yogur del mercado como un cultivo principiante y leche natural, Westbrook usó una cuchara de madera para colectar y mezclar su «ingrediente natural», explica Motherboard. Ella dejó el cultivo durante la noche y en la mañana tenía un bol lleno de yogur. Según Westbrook, su primer yogur era agrio y le picaba la lengua un poco. Ella comparó el sabor al de yogur indio y se lo comió con arándanos azules.
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Larry Forney, un microbiólogo de la Universidad de Idaho le contó a Motherboard que aunque los pro bióticos son buenos para el cuerpo, y que hay varios productos con pro bióticos en el mercado que se ingieren para una flora interna saludable.
Pero según Forney, al comer las secreciones vaginales, no sólo estás ingiriendo las buenas bacterias sino también las malas. Un desbalance vaginal puede darte una infección de candidiasis y no vas a querer eso dentro de tu boca.
Forney le reveló a Motherboard que aunque en teoría le gusta lo que hizo Westbrook, puede ser peligroso si tiene un cultivo malo.
Westbrook hizo un segundo cultivo de yogur y le salió aún más agrio. La estudiante le dijo a Vice que aunque le gustó su experimento desde un punto feminista, no planeaba continuar con el «yogur natural».