El postre de moda para el verano desde hace unos años es el yogurt helado, y es que cada vez son más los negocios y marcas que se dedican a ofrecernos este producto. Lo suelen vender como el helado definitivo, libre de grasas y totalmente saludable. Pero nosotros, que no nos creemos casi nunca todo lo que dice la publicidad, vamos a detenernos un poco más en este producto y ver si realmente es tan saludable como dicen.
La base de estos helados es el yogurt natural. Hay que entender que este yogurt es entero, ya que por el momento ninguna marca ofrece yogurt desnatado, ya que la calidad del helado no sería la misma. A esto hay que sumar que para ganar en sabor, por norma general se le añaden frutas y sustancias dulces que aporten al helado más gusto.
Elaboración e ingredientes
Partiendo de esta base vamos a detenernos en que al estar elaborados a base de leche entera o semidesnatada de origen animal, lo que nos aportará grasas saturadas. Muchos fabricantes, para dar textura al yogurt lo que hacen es añadir natas y cremas que aumentan mucho más los niveles de grasa de este alimento.
Lo mismo sucede con el sabor, y es que a pesar de ser ligeros y fácilmente digeribles, los yogures helados suelen llevar azúcares añadidos que aumentan el cómputo total de calorías que ingerimos. Es cierto que dentro de las variedades de yogurt helado existen diferentes tipos, como son los elaborados a base de yogurt y que les añaden las natas y cremas, y los que son de yogurt cien por cien. Estos últimos son los que tienen un menor contenido calórico y graso y los que mejor nos sentarán.
Añadirle calorías
Sumo cuidado debemos tener a la hora de confiarnos en lo saludable de estos helados, ya que al creer que tienen tan pocas calorías, la gran mayoría de nosotros lo que hará será añadir otros complementos para darle sabor como siropes de sabores, virutas de chocolate»¦ Esto lo que hará es aumentar calorías y hacer todavía más perjudicial el helado.
Por este motivo es importante que tengamos presente que el helado de yogurt es solamente una moda. No podemos abusar de él bajo la excusa de que es totalmente saludable, porque no lo es del todo, sino que solo es un tipo diferente de helado. Es cierto que si lo comparamos con un helado convencional tiene menos calorías y grasas, pero no pasa de ahí, porque no es la panacea de un alimento ligero como nos están vendiendo los diferentes fabricantes.