Elaboración de los QUESUCOS DE LIÉBANA

La leche del ganado utilizado en la elaboración de los quesos de la Denominación de Origen Quesucos de Liébana procede de las siguientes especies y razas:

Bovina: Tudanca, Pardo Alpina y Frisona.

Ovina: Lacha.

Caprina: Pirenaica y Cabra de los Picos de Europa.

Las ganaderías y queserías tienen que estar inscritas en la D.O.P. Quesucos de Liebana.

La coagulación de la leche se efectúa con cuajo de origen animal a una temperatura entre 28 º y 32 º C durante 45 minutos como mínimo.

Obtenida la cuajada se efectúa el corte hasta obtener granos del tamaño de un guisante.

El moldeado se realiza en moldes que faciliten el autoescurrido y que proporcionen la forma característica del queso.

El salado se realiza con sal seca, en una proporción del 2 a 3 por ciento del peso del queso.

La maduración de los Quesucos de Liébana se efectúa en locales con una humedad relativa comprendida entre el 85 y 95 por ciento y una temperatura inferior a 15 º C, aplicándose las prácticas de volteo y limpieza necesarias hasta que el queso adquiera sus características. Si el tiempo de maduración de los quesucos es inferior a 60 días la leche sufrirá un proceso de pasteurización.

En las zonas de Aliva, Brez y Lomeña es característico de estos quesos el ahumado, que logra alargar el periodo de conservación e incorpora nuevos aromas.

Este proceso de ahumado de los quesucos de Liébana se realiza antes de la comercialización en unos habitáculos especiales. La madera empleada tradicionalmente es el enebro, manteniéndose durante un día o día y medio, según la intensidad que se desee obtener de este proceso.