Queso y yogurt de naranja, valor agregado para competir

La región de Rionegro no solo cuenta con una producción de leche de calidad sino que hay pequeños empresarios que de la mano del fondo Emprender le dan valor agregado con derivados lácteos.

En Pacho, la capital de la Provincia de Rionegro en Cundinamarca se sostiene aún una economía primaria que sobrevive por el empuje y el perrenque de sus habitantes, de sus campesinos y ganaderos que con las uñas le quieren hacer el quite a los TLC, a la carencia de políticas para el campo y a la globalización en general.

La imaginación de los empresarios de Pacho no tiene límite y por ello este municipio entra a competir con queso de naranja y yogurt del mismo sabor, siendo una total novedad que aparte de tener un sabor único y verdaderamente delicioso, se afianza como uno de los productos que darán la pelea a los quesos que ya están entrando a Colombia en detrimento de la industria y de la ganadería de leche.

En una charla con Diariolaeconomia.com, el propietario de Lácteos Quesos Míos S.A.S, Oscar Álvarez, aseguró que en medio de los grandes retos que trae la internacionalización de la economía, siempre hay espacio para marcar diferencias y seguir en un mercado complejo que por lo general es demandado por paladares exigentes.

Con su rostro visiblemente cansado por la jornada de trabajo, este empresario camina con una bandeja en la mano en donde ordenadamente hay doce quesos en molde que de inmediato provocan por su aroma fresco y cremoso. Serán puestos a madurar un rato y luego reposarán en frío hasta que llegue el cliente.

Oscar remembró los tiempos de su infancia cuando corría por los campos de Topaipí, pero a la espera del llamado de don Aureliano Álvarez y de la señora Dora Pardo, sus padres quienes de manera artesanal producían un queso de buena calidad. En ese momento, en la región de Rionegro, un niño ya perfilaba su futuro en el negocio de la leche y sus derivados.

Al bajar su agotada mirada, y con una cara de trabajador intenso, Oscar ya con el pelo teñido de blanco por los años, iza nuevamente sus ojos y con mucho orgullo asegura venir de una cuna sana de padres ganaderos que le permitió crecer en medio de valores y apego por el trabajo, la equidad, la honestidad y la responsabilidad.

Siendo pequeño, Oscar ya elaboraba en la finca paternal queso campesino que aprendió de las manos artesanales de sus progenitores. «Desde hace diez años elaboro el queso doble crema tipo pera, Hemos ido avanzando con cursos del SENA y ya esta fue una fórmula de trabajo con la tecnología que he aprendido con esta entidad».

Con un tono amable, pausado y algo tímido, Oscar Álvarez, precisa que el fuerte de Lácteos Quesos Míos es sin duda alguna el queso con sabor a naranja y el yogurt también de la misma fruta lo cual le da fortaleza en el mercado por tratarse de un producto innovador y con verdadero valor agregado. En su portafolio también se ofrece yogurt con sabor a fresa, mora, melocotón y queso tipo pera.

«Ese es un valor agregado, porque aquí en la región de Rionegro se distingue a Pacho por ser la tierra de la naranja pachuna; por lo tanto este es nuestro producto estelar, totalmente creado e inventado con las fortalezas de la provincia, el yogurt y el queso de sabor a naranja. Vamos bien y seguiremos mejor», comentó el señor Álvarez.

El TLC, una chanza pachuna

El gerente de Lácteos Quesos Míos, Oscar Álvarez, dijo que si bien el TLC por fortuna no golpea a su puerta, lo cierto es que les preocupa a muchos empresarios de la pyme y a los ganaderos por la internación de leche y quesos con origen europeo. Expresó que estos acuerdos se hicieron en medio del atraso vial y con unas ventajas abismales para las empresas americanas y europeas que gozan de ayudas y subsidios.

Advirtiendo que todo es cuestión de cuidado y tiempo, Álvarez dice que a la fecha el TLC no lo ha afectado, entre otras razones porque es el único productor de queso y yogurt de naranja en la región, situación que lo aleja de algunos riesgos por tratarse de un producto autóctono y con denominación de origen, lo cual se constituye en un sello de calidad y garantía.

Expresó su preocupación por los cambios climáticos y básicamente con el fenómeno de El Niño que golpea duramente la producción de leche. «De momento me he podido sostener en el mercado regional porque vendo en Pacho y en toda la provincia de Rionegro. La gente, afortunadamente, valora el trabajo, la frescura y la calidad de mis quesos y de mi yogurt, he sostenido las propiedades de mis productos y estoy tranquilo».

En medio de esa calma, Oscar dice que la garantía se la da el hecho de ser una empresa pequeña que pone en oferta unos productos para la región, para Bogotá y otros municipios que lo piden por sus características. Su queso de naranja ha gustado mucho y por eso lo preguntan en la zona y quienes visitan Pacho en calidad de turistas que quieren probar algo raro, innovador y diferente.

«Los TLC deben preocupar a muchos porque están entrando cantidades de queso europeo de varias clases, con el tiempo puede ser un problema para los grandes», sostuvo.

En este momento, Oscar Álvarez compra la leche muy por encima del valor fijado por las empresas que recolectan el alimento. Este humilde hijo de Topaipí, remunera el litro de leche al productor primario a valor de 980 pesos. Ese mejor precio es el reconocimiento a una leche producida de manera inocua, confiable y procedente de fincas que manejan de la mejor manera las Buenas Prácticas Ganaderas, BPG.

Semanalmente Álvarez produce en promedio 1.300 libras de queso que se quedan en Pacho o van a Bogotá y a Zipaquirá. Hacer quesos no es tarea fácil porque como en todo hay mística, cuidados, procesos y secretos. «La receta es reservada».

Además del queso y el rico yogurt, este fabricante de derivados lácteos pone en el mercado requesón o queso crema de untar el cual se produce sin conservantes ni químicos. Indicó que tanto la mantequilla como el queso de naranja contienen un porcentaje elevado de fósforo y vitamina C y D.

El empresario le dijo al Gobierno que su única exhortación es por una ayuda para las pequeñas y medianas empresas, aunque agradeció las bondades del proyecto que está terminando de la mano con el Fondo Emprender. «Gracias a Dios fui favorecido con ese fondo y eso ha hecho que la empresa esté a hoy más formalizada».

Reiteró su agradecimiento al SENA, entidad de la que recibió ayuda, igualmente expresó su gratitud con el gobierno. «Me presente a tres convocatorias y en la tercera fui favorecido con un apoyo para la empresa a la cual llegaron equipos y bienes de capital».

Invitó a los turistas de todo el país e inclusive a los extranjeros para que visten Pacho y conozcan las riquezas y el potencial del municipio y desde luego para consuman y lleven a sus hogares el mejor queso pachuno, ese cremosito con delicado sabor a naranja.

Al salir de Pacho se divisan lotes con frescas y altas pasturas que redundan en una excelente conversión a leche. En esa tierra agradable de gentes amables crece una población bovina con el mejor cuidado.

Bajo esos 19 y 25 grados centígrados, crece una economía que lucha por optimizar procesos aplicando conceptos tan exigentes como el de competitividad y productividad. Es justo allí en donde se conocen personas como Oscar, de empresas pequeñas y eficientes, pero con calidad humana superlativa y noble.

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