Tabla de quesos: ¿cuántos tipos?, ¿cómo agruparlos?, ¿cómo cortarlos?…

Se trata de una solución perfecta para realizar el intermedio existente entre el plato principal y el postre, como tapa a media mañana, durante la merienda o en una cena informal

Aunque algunos quesos provengan de piezas grandes, las porciones presentadas no deberán ser demasiado voluminosas.

Variedad y calidad. Éstas son las dos premisas fundamentales para que una tabla de quesos resulte totalmente irresistible. No obstante, siempre surgen pequeñas dudas a la hora de prepararla: ¿cómo ordeno los quesos?, ¿de qué tamaño han de ser las porciones?, ¿cómo ha de ser la tabla?… Preguntas más que frecuentes a las que aquí damos respuesta:

La tabla puede ser de madera, preferentemente de olivo, o bien una bandeja de rafia, de cerámica, de cristal, o de porcelana, siempre que predomine la simplicidad y la limpieza.

Evita las tablas decoradas en exceso. Lo importante es el queso o los quesos que se están sirviendo.

La tabla debe ser amplia. Procura que los quesos (entre 5 y 7 variedades) no se toquen entre sí , y que exista el espacio suficiente para poder servirlos en la mesa cómodamente.

Se pueden preparar tablas agrupando los quesos por familias, por regiones, etc.

Aunque algunos quesos provengan de piezas grandes, las porciones presentadas no deberán ser demasiado voluminosas.

Puedes jugar con las formas a la hora de cortarlo: cuadradas, triangulares y redondas.

Los quesos azules requieren un trato delicado, ya que se rompen con facilidad, y los frescos o los blancos convendría servirlos aparte.

Si son muchos, pon dos tablas, y siempre ofrécelos fuera de sus envoltorios o cajas, salvo aquéllos envueltos en hojas, cenizas o en paja. Cada comensal retirará después las partes no comestibles. Esto nos lleva a utilizar platos que no sean demasiado pequeños y también, en algunas ocasiones, un tenedor, además del necesario cuchillo.

Para cortar un queso tipo gruyére en láminas finas (operación a realizar en la cocina) puedes meter el cuchillo en un recipiente con agua hirviendo. Así te resultará más sencillo.

Para atenuar el olor de un queso demasiado fuerte en caja, una buena idea consiste en meter dentro un par de ramitas de tomillo.

La tabla se colocará en el centro de la mesa para que cada comensal se vaya sirviendo los quesos: se aconseja comenzar por la degustación de los más suaves hasta llegar a los más intensos.

¿Qué variedades sueles incluir tú a la hora de preparar una tabla de quesos? Cuéntanoslo en nuestros Foros de Cocina.