Especialistas del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo de México (CIAD) obtuvieron de la leche fermentada bacterias ácido-lácticas que ayudan a controlar la hipertensión arterial, una de las principales causas de mortalidad en el país.
Se trata de una investigación in vivo que se ha realizado con ratas hipertensas, que al consumir la bebida en un periodo de cuatro semanas redujeron la patología.
La investigación del CIAD arrojó que los mamíferos hipertensos, al consumir diariamente leche fermentada con la bacteria Lactococcus lactis redujeron su presión arterial, tal y como se logra con un medicamento empleado para controlar esta enfermedad.
Este tratamiento alternativo ganó la categoría en Ciencia y Tecnología de Bebidas, en la edición 35 del Premio Nacional en Ciencia y Tecnología de Alimentos, que organizan de manera conjunta Conacyt y Coca-Cola, contó con la participación de los doctores Humberto Astiazarán, Aarón F. González, María de Jesús Torres-Llanez, Belinda Vallejo-Córdoba y el maestro José Carlos Rodríguez.
La doctora Belinda Vallejo-Córdoba explicó que en la investigación se estudiaron los componentes de la leche y concluyeron que las bacterias en productos fermentados tienen propiedades benéficas que se desconocían.
«Lo que hicimos fue ver cuáles son los lácteos que producen efecto antihipertensivo, en el caso particular de la leche fermentada son los péptidos; es decir, pequeñas porciones de la proteína que ayudan a reducir la hipertensión arterial en ratas», explicó la especialista del CIAD.
Agregó que por la acción de las bacterias ácido lácticas presentes en los productos fermentados, se liberan los péptidos y éstos funcionan como el ingrediente activo de un medicamento contra la hipertensión.
Cabe mencionar que en otras naciones, como es el caso de Finlandia, ya se comercializan bebidas lácteas con esta propiedad. El equipo de investigación del CIAD solicitó una patente en Estados Unidos y en México del proceso de obtención de bacterias ácido- lácticas de la leche fermentada; la siguiente parte de la investigación es realizar los estudios correspondientes en humanos y tener un producto a nivel comercial.
«Una vez que se haga el estudio en humanos, se va a trabajar en la parte sensorial del producto porque hay importantes áreas de oportunidad en el tema del sabor del producto, por lo que habría que agregarles un saborizante con el fin de comercializarlo», indicó.