El yogurt es un alimento lácteo que se obtiene mediante la fermentación bacteriana de la leche. Hoy en día se prepara con diferentes tipos de leche, aunque la preferida es la de vaca. Algunos les agregan frutas y variados sabores. Estas bacterias saludables en la leche bajo ciertas condiciones ingieren la lactosa (azúcar de la leche) para liberar acido láctico. De ahí que el yogur puede ser consumido por personas con intolerancia a la lactosa.
Aquellos bajo el calificativo de probióticos contienen cepas especiales de bacterias que ayudan a regular el sistema digestivo, y estas se encuentran presentes de manera activa, haciendo más beneficioso su consumo en la dieta cotidiana.
Como elemento nutricional, el yogurt proporciona proteínas, calcio, magnesio, potasio, vitaminas y minerales. Debemos tener presente al seleccionarlo que tenga baja cantidad de azúcar y evitar el sobrepeso. La concentración de grasas depende del tipo de leche con que se elabore. Dentro de los beneficios del consumo del yogur de forma moderada (100 gramos o más) tenemos:
• Genera tolerancia a la lactosa.
• Previene y mejora los síntomas de la diarrea.
• Gran fuente de calcio (el calcio del yogur es más absorbible que el de otros tipos de ingesta). Recomendado para mujeres con osteopenia y osteoporosis.
• Proporciona proteínas de alto valor biológico.
• Aporta grasas, fósforo, vitamina B12, vitamina B2, Zinc, vitamina C y D.
• Reduce los valores de colesterol sanguíneo.
• Aumenta el colesterol bueno y disminuye el malo.
• Evita el desarrollo de la aterosclerosis.
Al tener altos niveles de calcio, magnesio y potasio, reduce el riesgo de desarrollar hipertensión arterial. Aunque los productos lácteos tienen mala fama con respecto a las enfermedades cardiovasculares, el consumo de yogurth tiene efectos benéficos para la salud cardiovascular.